Bernardo Laniado
Donación de los documentos de Brigitte Baer sobre grabados
DIRECTOR DEL MUSEU PICASSO
El director del Museu Picasso de Barcelona, Bernardo Laniado-Romero, presentó ayer la donación del importante fondo documental de la historiadora francesa Brigitte Baer sobre la obra gráfica de Picasso.
El Museu Picasso de Barcelona se ha convertido en un referente indispensable para la investigación de los grabados del pintor malagueño. Y esto es así gracias a la donación del fondo documental de Brigitte Baer, historiadora francesa y autora del catálogo razonado de la obra gráfica de Picasso.
Este fondo, que se complementa con la donación de materiales diversos de la galería suiza Kornfeld, editora del catálogo razonado, se suma al conjunto patrimonial recibido de la editorial Gustavo Gili en el 2014. De ese modo, el museo catalán no sólo posee 1.671 grabados de Picasso, de un total de 2.024 catalogados por Baer, sino que ahora permite conocer al detalle los procesos de creación y producción gráfica del artista.
El fondo, donado ayer de forma oficial al Museu Picasso, está formado por los siete volúmenes del catálogo que Brigitte Baer escribió durante quince años con innumerables anotaciones y comentarios, añadidos a posteriori; otros catálogos picassianos, también anotados; 36 manuscritos de artículos (no llegó a trabajar nunca con ordenador) y textos escritos para catálogos y distintas ediciones (está en proyecto su próxima publicación en varios idiomas); un millar de cartas, doce mil fotografías y otros documentos de su investigación recopilados desde 1975 hasta su muerte en el 2005.
La donación ha sido posible gracias a la amistad de Brigitte Baer con su colaboradora Brigitte Leal, con Maite Ocaña, antigua directora del museo barcelonés, y con Paco Rebés, director de la galería A34 de Barcelona, especializada en temas picassianos. Y probablemente (aunque no se diga) por sus discrepancias con Anne Baldassari, la que fue directora del Picasso de París.
Brigitte Leclerc, conocida como Brigitte Baer, nació en 1931 en París, y pertenece a la saga de los editores Armand Colin. Trabajó en esta editorial y en la revista Jour de France, donde dirigía la sección de belleza. Pero en 1975, encontrándose en el paro, recibió la oferta para trabajar con el equipo que inventariaba la obra de Picasso. Pasó cinco años entre el subterráneo de la caja fuerte de la banca BNP en París y Notre Dame de Vie, en Mougins. Allí se familiarizó con la obra de Picasso y se inició su pasión por el grabado. Durante los quince años siguientes trabajó en la catalogación de los dos mil grabados de Picasso. Su sobrino y heredero David Leclerc, arquitecto –trabajó con Ricard Bofill– , recuerda que Barcelona fue el lugar de estudio y de muchas vacaciones de Brigitte Bear. Y añade una anécdota: tras su muerte, su perra Dinah fue acogida por la familia de Paco Rebés en Barcelona, donde vivió diez años más. Dinah había jugado muchas horas con la perra de Maya Picasso, que vivía encima del piso de Baer en el Quai Voltaire de París. Su viaje a Barcelona precedió al del legado intelectual de su dueña.
El fondo incluye un millar de cartas, más de doce mil fotos y otros materiales de su investigación