Bombardeo liberador
Los activistas civiles de Raqa aplauden los bombardeos franceses sobre el feudo del EI
A pesar del riesgo y el miedo inherente a un bombardeo, muchos vecinos de la ciudad siria de Raqqa reciben con alivio los ataques aéreos del ejército francés, que les liberan por un tiempo de las duras condiciones a que les someten los milicianos del Estado Islámico.
Cada uno de los ataques aéreos franceses estaría dando a los habitantes de Raqa “treinta minutos de liberación del régimen brutal” del Estado Islámico. Así lo han afirmado los activistas de la campaña llamada Raqa está siendo masacrada en silencio, creada por periodistas sirios y que cuenta con informantes dentro y fuera de la ciudad feudo del EI en Siria. En una serie de mensajes en Twitter aseguran que “por supuesto, no nos gusta ver a la gente asustada por los ataques aéreos y las explosiones, pero apoyamos toda acción que expulse al EI de Raqa”.
¿Qué ocurre en Raqa durante un bombardeo?
Los milicianos del EI “atemorizan a la gente todo el tiempo, pero cuando llegan los aviones echan a correr como ratas y se esconden entre los civiles y en edificios civiles, y cuando te preguntan si los aviones ya se han ido te sientes muy bien” porque se han asustado, dicen los activistas. Y añaden: “Algunas mujeres salen a los balcones para respirar aire fresco porque los milicianos están tan asustados por los aviones que no les gritan que se metan en casa y se pongan el velo. Sí, los bombardeos dan miedo y causan el pánico, pero esos 30 minutos en que a los milicianos ya no les importan las leyes del EI y solo se preocupan de escapar te dan al menos 30 minutos de liberación de su régimen brutal”.
Raqa ha sido raras veces atacada desde el aire en cuatro largos años de guerra y durante todo este tiempo ha sido prácticamente un agujero negro informativo. La ciudad está siendo masacrada en silencio y estos activistas son una de las muy escasas fuentes sirias de referencia, y han venido denunciando tanto el régimen de terror del Estado Islámico (por ejemplo, la ejecución por adulterio de una mujer embarazada de seis meses, el 5 de noviembre) como las masacres perpetradas por el ejército de Bashar el Asad o las víctimas civiles causadas por los bombardeos rusos. Así, recientemente afirmaron –aunque el dato no se ha podido contrastar– que el primer ataque ruso se produjo el 17 de septiembre (antes del inicio oficial de la campaña rusa) y que desde entonces hasta el 13 de octubre habían causado la muerte de 70 civiles y sólo cuatro miembros del EI.
En este sentido, el martes desmintieron que hubiera “un montón de civiles muertos” por los ataques franceses y se remitían a fuentes hospitalarias. “No sabemos de dónde salen estas mentiras, queremos que el mundo sepa que nuestro grupo será el primero en informar sobre civiles muertos o heridos por cualquier ataque aéreo, ya sea de la coalición, de Francia, EE.UU. o Rusia”. Ayer lo hicieron, por fin: contabilizaron 7 civiles muertos y 8 heridos en un ataque aéreo en el norte de la ciudad que alcanzó un camión de combustible y una fábrica de ladrillos. También han divulgado imágenes de Google Maps que señalan los puntos bombardeados el martes, entre ellos un arsenal de los yihadistas.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, los ataques aéreos entre la noche el pasado domingo y el miércoles habrían matado a 33 miembros del Estado Islámico. La noche del martes hubo una oleada de hasta 15 ataques, según los activistas de Raqa. Todo el sector noroeste de la ciudad quedó sin suministro eléctrico ni agua corriente.
El Estado Islámico está intentando que no se pueda saber nada de lo que ocurre en Raqa y ha cerrado los cafés internet, sobre los cuales ya mantenía un control férreo después de que prohibiera a la población el uso de la red en sus domicilios.
Los habitantes de Raqa tienen prohibido, desde hace semanas, dejar la ciudad, lo que hace temer que en un momento dado sean utilizados abiertamente como escudos humanos, según dijo un activista a la agencia Ap.