Negocios de muerte
Europa Occidental aporta una quinta parte de las ventas globales de armamento
El mercado armamentístico ha vivido un crecimiento del 16% en los últimos cinco años, dominado por una decena de países que se reparten entre ellos el 89% de un mercado que actualmente mueve el equivalente al 2,3% del PIB mundial.
Para hacer la guerra se necesitan balas, armas y armamentos. ¿Quién las proporciona? Una decena de países que, entre todos, se reparten el 89% del mercado mundial, según los últimos datos procedentes del instituto Sipri de Estocolmo. El volumen comercial está creciendo: en el periodo 2010-2014 ha superado un 16% los niveles del 2005-2009.
El líder es EE.UU. (un 31%) seguido por Rusia (un 27%). Europa Occidental aporta una quinta parte de las ventas globales de armamentos. España se coloca en el séptimo lugar, con una cuota de mercado del 3%. Sus principales mercados de destino son Australia (24%), Noruega (10%) y Arabia Saudí (10%). África es la mina de oro de esta industria. Se estima que hay 13 conflictos en curso en el continente.
La actualidad ha demostrado que el mayor negocio se consigue con las armas ligeras (tipo Kaláshnikov). Según la edición 2015 del Small Arms Survey, debido a la emergencia del EI, muchos exportadores han decidido suministrar armas pequeñas a grupos armados no estatales en la región, a pesar del creciente riesgo de desvío y uso ilícito de estas. “Los estados exportadores continúan enviando armas pequeñas hacia los gobiernos de Egipto, Libia y Siria, así como a grupos armados no estatales en esos países”, denuncia Keith Krause, director del estudio , quien agrega que “ciertos exportadores han eludido los esfuerzos de algunos estados para frenar el suministro de armas a ciertos países de la primavera árabe”. Se estima que el 20 por ciento del comercio de estas armas se realiza fuera de la ley.
En el año 2012, los principales exportadores de armas pequeñas y ligeras (al menos 100 millones de dólares), son EE.UU., Italia, Alemania, Brasil, Austria, Corea del Sur, Rusia, China, Bélgica, la República Checa, Turquía, Noruega y Japón.
Si se mira el peso del sector defensa por países, los gastos militares en el mundo en el 2014 alcanzaron 1,77 billones de dólares, lo que representa el 2,3% del PIB mundial y el equivalente de 245 dólares por persona. El monto apenas ha variado desde el 2011, pero respecto al 2001 (año del 11-S) está en ascenso.
Los países que más gastan son EE.UU. (610.000 millones de dólares, un tercio del total mundial) y China (216.000 millones). Pero los estados que dedican más dinero de su presupuesto al apartado militar son Omán, Arabia Saudí y Sudán del Sur. “El aspecto común de la mayoría de esta lista es la falta de democracia efectiva”, dicen desde el Sipri. En Europa Occidental el presupuesto europeo de defensa está en declive y el debate es si es sostenible dado el actual reto de seguridad. El descenso empezó en el 2008 con la crisis. En el 2014, los gastos militares son un 8% inferiores al 2010, en términos reales. “La emergencia del conflicto en Europa y las complicaciones de los grupos terroristas en África deberían replantear la estrategia”, dice John Chipman, director general del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos –IISS, en sus siglas en inglés–
Los países que más dinero dedican de su presupuesto a gastos de defensa están en Oriente Medio