“El Barça recuerda a Brasil por la diversión”
Eduardo Gonçalves de Andrade ‘Tostão’, campeón del mundo en 1970
Futbolista, médico y analista en el diario Folha de São Paulo, lo que le valió el premio Vázquez Montalbán de periodismo deportivo en el 2014, que aún no ha recogido. “Tengo muchas ganas de ir a Barcelona”, explica a La Vanguardia. Pero por encima de todas las cosas Eduardo Gonçalves de Andrade, Tostão (Belo Horizonte, 25/ I/1947), siempre será miembro de la mejor delantera de todos los tiempos junto a Jairzinho, Gerson, Pelé y Rivelino. Un honor que ahora los barcelonistas Messi, Neymar y Luis Suárez quieren arrebatarles.
Sin Messi, el Barça llega líder al clásico. El Barcelona ganó la temporada pasada todos los títulos y los levantó de forma muy merecida. Es un equipo con mucha calidad, sobre todo en ataque. Algo que se repite esta campaña. Pero un factor que contribuyó de forma favorable al triplete fue el hecho de no tener grandes lesiones. Los cracks no estuvieron afectados. Los tres los jugaban todo y marcaban en cada partido. Ese ritmo no es normal. En cambio, nada más empezar este año se lesionó Messi y se ha hecho más evidente que hay una gran diferencia entre el equipo titular y el banquillo. La diferencia se ha ampliado por la sanción de no poder fichar.
Pero no hay muchos delanteros del nivel del tridente. Claro, claro, claro. Ellos son los más trascendentes y es imposible fichar a un cuarto crack para que se quede en el banquillo. Por eso creo que cuando acabe la sanción, el nivel del Barcelona subirá más.
¿Le ha sorprendido el rendimiento de Neymar? Neymar se ha destapado como líder sin Messi. Ha crecido mucho y es interesante como ha asumido la condición de gran protagonista. Ha hecho algunos partidos excepcionales. En cambio, no jugó bien en Argentina ni ante Perú. Así que creo que mañana en el Bernabeu puede salirle un gran partido. Cada día que pasa entra en los grandes del fútbol brasileño. Neymar es fabuloso. Es habilidoso, rápido, técnico, creativo, imaginativo y analiza bien los partidos. Pero lo más importante de todo, lo que le hace aún más especial, es que siempre tiene ganas de jugar y de pasárselo bien. Esa es una de las características que han definido a los mejores del fútbol de Brasil.
¿Lo ve por encima de Cristiano Ronaldo? Neymar no es el mejor del mundo porque está Messi. Y sí, quizás si Messi no existiera, ya lo sería. Lo mejor que tiene Neymar es que el tiempo juega a su favor. Es más joven que Cristiano y Messi y él va en ascenso. Va a ser candidato habitual del Balón de Oro en los próximos años. Pero cuando lo vaya a ganar sólo depende de él.
¿A qué atribuye la relación especial entre el Barça y Brasil? Los grandes futbolistas de Brasil encuentran en Barcelona un lugar, un clima, un ambiente y una ciudad para expresarse al máximo nivel. Desde la llegada de Cruyff, el Barça siempre quiere ser protagonista y eso favorece a los delanteros, como Romário, Ronaldo, Rivaldo o Ronaldinho. El fútbol del Barça es eficiente y bonito. Allí se adora el juego, se cultiva la creatividad y se compite al máximo. Ese es el ecosistema perfecto para un brasileño que quiera triunfar. Por eso, la gente de Brasil siempre está muy interesada en el Barcelona. Neymar ha querido ser la continuación de esos futbolistas fabulosos. Y en Brasil ya nos preguntamos quién será el próximo en fichar.
¿Tan atentos están? Brasil adora al Barça. Los niños van con la camiseta por la calle y los adultos se la ponen para jugar a fútbol con los amigos. Es como un segundo equipo. El Barcelona gana y juega bonito y plástico, es pragmático y artístico al mismo tiempo, junta las dos variantes. El Barça es la prueba de que no hay por qué elegir. El objetivo del fútbol siempre fueron las dos cosas: ganar y pasarlo bien. Ver al Barça es como un ejercicio de memoria para los brasileños. Nos recuerda lo divertido que era ver a la selección en 1958 con Garrincha y Pelé o en 1970. O con Sócrates y Zico aunque no se ganase el Mundial.
¿Lo dice con tristeza? No, lo digo con alegría porque ese es el fútbol que me gusta. Cuando el Barcelona goleó al Santos en la final del Mundial por 4-0, Guardiola comentó que el Barça jugaba como su padre le había explicado que jugaba Brasil. Y es cierto. Ver juntos a Messi, Neymar y Suárez para los más antiguos es una delicia porque se acuerdan del fútbol que hacía Brasil en 1970. Y para los más jóvenes es la mejor forma de que se imaginen y visualicen lo que por edad no pudieron ver.
Aquello se definió como el milagro de los cinco dieces: Jairzinho, Gerson, usted, Pelé y Rivelino. No fue un milagro. Fuimos un equipo solidario y con el mismo objetivo, sin importar si éramos del Santos, São Paulo, Botafogo o el Corinthians como le pasa ahora al Barça con un argentino, un brasileño y un uruguayo.
¿Está Messi ya a la altura de Pelé? Pelé es el futbolista más completo que ha habido. Era casi imposible de parar porque aunaba todas las cualidades: remataba con las dos piernas, con la cabeza, era veloz, tenía visión, se asociaba, asistía... Era como Cristiano con la habilidad de Messi y la creatividad de Neymar. Todos en uno.
¿Y en el vestuario? Pelé era un líder como lo es Messi. Él era especial durante el partido y fuera era un compañero más. En el campo se trastornaba. Además de sus grandes cualidades era un guerrero. Era muy fuerte y chocaba mucho. Cuando no conseguía lo que quería con talento, corría. Entonces los entrenamientos no era tan buenos como ahora pero lo suyo eran condiciones naturales que se lo permitían hacer.
¿Y cómo era Tostão? Yo fui un buen ayudante. Lo mío era facilitar el juego del equipo. Aparecía donde el equipo me necesitaba. Pelé era el protagonista del espectáculo y yo era un secundario.
No sea modesto. Usted marcó 249 goles en el Cruzeiro y 32 con la selección brasileña. Cuando yo jugaba en el club era un pasador, venía atrás para armar la jugada, me ofrecía porque me gustaba construir el ataque como a Iniesta. En cambio, en la selección me utilizaban de delantero centro, pasaba a ser Suárez. Algo parecido a Rooney en el United y con Inglaterra. Yo jugaba por delante de Pelé, como un telón, como una especie de cortina de humo para engañar a los defensas y que no esperasen la llegada de Pelé.