Hogares ‘smart’
La barcelonesa Smartliving propone viviendas que cambian cuando lo quieren sus usuarios
Smartliving demuestra que también se puede innovar en la construcción. Creada por los socios Montse Pujol, Xavier Claramunt y Carlos García, la compañía ha presentado sus primeras viviendas, que se adaptan a las necesidades de sus usuarios –pueden ir agrandándolas con el tiempo– y que potencian el confort y la eficiencia energética. “Las viviendas Smart reinventan continuamente los espacios propios de la construcción para mejorar el bienestar de las personas”, explica Xavier Claramunt, socio y director de innovación de Smartliving.
Gracias a un sistema de módulos prefabricados de hormigón, y a innovaciones en la tradición constructiva (tabiques móviles, zócalos para instalaciones, o dobles carpinterías como galerías), las casas se pueden ir completando a medida que se vive en ellas. “Los proyectos se adaptan a los usuarios y a los lugares donde se tienen que construir, y eso es posible gracias a los módulos, que ofrece muchas combinaciones”, añade Claramunt.
Otra de las novedades es la rapidez. “Lo más impresionante es que en dos días se apilan los módulos y la casa queda instalada”, explica Carlos García. Los módulos tienen 3 metros de alto, por 6 de ancho y 1,2 de fondo y se pueden apilar hasta 3 alturas. El ensamblaje se realiza en Lleida, donde se añaden los acabados, y una vez terminados se trasladan en camiones. Con una grúa se apilan en el solar para configurar la vivienda. “Otro reto era que fueran fácilmente transportables”, indica García.
La empresa también utiliza sistemas pasivos de aprovechamiento energético, como la inercia térmica del hormigón. “Para maximizar el confort, existen varios niveles de acabados para que los usuarios puedan disfrutar de una gran calidez”, indica Montse Pujol.
Para ofrecer un precio competitivo, Smartliving se hace cargo del diseño, la comercialización y la fabricación. Esto implica una reducción de costes, ya que no hay intermediarios. “Son costes ultra competitivos, ya que estamos hablando desde 850 euros el m2 construido, lo que representa entre un 25% y un 35% más barato que otros sistemas tradicionales de construcción”, añade Pujol. Una casa de unos 100 m2 puede costar entre 85.000 y 100.000 euros.
En este primer año, Smartliving prevé facturar unos 750.000 euros y para el próximo, en el que fabricarán entre 18 y 25 viviendas, unos 3 millones de euros.
Una vivienda de unos 100 m2 construida con módulos puede costar entre 85.000 y 100.000 euros