El Cercle pide un Govern estable y respetuoso con la ley
El foro critica el contenido de las negociaciones entre JxSí y la CUP La institución económica alerta de la fuga de empresas
El Cercle d’Economia irrumpió ayer de una forma inusitada en el debate político catalán, reclamando un cambio urgente de rumbo en la política, la formación de un gobierno estable y, en el caso de que eso no sea posible, la convocatoria de elecciones. Según asegura, la declaración de ruptura aprobada el 9 de noviembre en el Parlament ha provocado “desde el minuto uno” un impacto negativo en la economía catalana, con pérdidas de sedes empresariales y de inversiones. Esta contundente declaración se produce un día después de conocerse el traslado a Madrid de la sede social de Derby Hotels, el grupo hotelero de Jordi Clos, y en plenas negociaciones con la CUP para la investidura de Artur Mas.
Es la primera vez en sus 50 años de historia que el Cercle toma una posición política tan clara. Tampoco nunca había reaccionado tan rápidamente. El documento conocido ayer fue aprobado el lunes por la junta directiva, sólo una semana después del 9-N y la declaración aprobada en el Parlament con los 62 votos de Junts pel Sí y los 10 de la CUP.
La junta que preside Antón Costas y tiene como vicepresidente a Josep Oliu (Banc Sabadell) y a Artur Carulla (Agrolimen) aprobó el documento sin objeción alguna, a diferencia de lo que ocurrió con motivo de las elecciones del 27-S. Al contrario, fue el mundo empresarial –más que el académico– el que consideró necesario tomar la iniciativa, que no estaba prevista de antemano. “De hecho, el documento es casi un acta, un resumen de lo que se habló en la reunión”, dijeron fuentes del Cercle, un renombrado foro de debate que tiene entre sus principales valores la transversalidad ideológica.
Es “indispensable y urgente corregir el rumbo que la política catalana ha iniciado con la declaración aprobada por el Parlament de Catalunya”, señala. “Dadas nuestras responsabilidades empresariales y vinculación al mundo económico y financiero podemos afirmar que la ruptura de la legalidad que implica esa declaración ha tenido, desde el minuto uno de su aprobación, efectos negativos ciertos y objetivos en las decisiones empresariales de inversión así como en la localización de sedes corporativas en Catalunya”, añade el documento.
Para la entidad, la declaración ha creado “inseguridad jurídica e incertidumbre empresarial”, claramente perjudiciales para la economía y el empleo. Aunque lo peor podría estar por llegar, a juicio del Cercle: “Estos efectos se magnificarían de confirmarse la formación de un gobierno de mayoría inestable, sometido a condiciones de plazo y comprometido con políticas y regulaciones susceptibles de crear una fuerte incertidumbre en las empresas, los inversores y los ahorradores”.
“La declaración no sólo quiebra la legalidad. Además, al no existir siquiera una amplia mayoría social a su favor, el riesgo de seria fractura social se acrecienta”, argumenta. “Dados esos efectos, consideramos urgente rectificar ese rumbo y formar un gobierno con mayoría parlamentaria estable y respetuosa con la legalidad. De no ser posible, pensamos que la vía adecuada es convocar nuevas elecciones.”
El Cercle admite que “los resultados
de las elecciones del 27-S han fortalecido la posición de las fuerzas políticas partidarias de la independencia”. Pero advierte que “ese fortalecimiento no puede ser entendido como un cheque en blanco para alterar de forma unilateral el ordenamiento legal, tal
“Hay riesgo de fractura social por la declaración de ruptura del 9-N sin una amplia mayoría”
La entidad defiende una consulta pero pactada y dentro de la legalidad
como se ha hecho desde el Parlament. Esa aspiración política es legítima, pero debe encauzarse por caminos democráticos y no a través de la ruptura de la legalidad.”.
Con todo, el Cercle se muestra partidario de una consulta “legal y acordada”, porque considera que “el ordenamiento se puede cambiar, pero no se puede romper unilateralmente.”