Oración de rechazo
Los musulmanes de Francia, entre la contrición y la sospecha
Centenares de miles de musulmanes franceses participaron ayer en una oración solemne por las víctimas del atentado yihadista del día 13, así como “por la República y contra el terrorismo”. La iniciativa, organizada por cuatro diferentes grandes asociaciones, va más allá de lo que se manifestó en enero, tras los atentados yihadistas contra la revista satírica Charlie Hebdo, y ha expresado una mayor determinación. Entonces, las cuatro asociaciones, cada una en órbita de diferentes tradiciones nacionales (Marruecos, Argelia, Turquía y Egipto), no lograron ponerse de acuerdo en el contenido de su posición. El carácter aún más brutal e indiscriminado de los atentados del día 13, con 130 muertos, entre ellos argelinos y marroquíes, ha eliminado toda polémica.
El Gobierno francés ha anunciado su intención de cerrar lugares de culto y clausurar asociaciones en las que se propaguen mensajes “contrarios a la República” y el primer ministro, Manuel Valls, ha declarado “enemigo” al salafismo, la versión más rigorista y textual del islam con origen en Arabia Saudí.
De las 2.300 mezquitas que hay en Francia, sólo un centenar son salafistas. Muchas de ellas no tienen nada que ver con veleidades terroristas, pero el asunto es a veces complejo.
Ayer la policía registró una de las cinco mezquitas de Brest (Bretaña), regentada por un imán llamado Rachid Abou Houdeyfa, conocido por sus prédicas en las que afirma que “la música es criatura diabólica” y quien la escucha “se arriesga a que Alá lo convierta en mono o cerdo”. Este mismo personaje, con 10.500
Registrada una mezquita salafista en Brest, cuyo imán condena la música por “diabólica”
seguidores en Twitter y 184.000 fans en Facebook y al que un semanario dedica cinco páginas de su edición, lanzó el sábado pasado un mensaje de condena de los atentados de París calificando a los terroristas de “bárbaros” y “extraviados”, “sin la menor relación con el islam”. El caso plantea al Gobierno la pregunta de donde empieza a ser ideológicamente tóxico e intolerable el salafismo. En Brest muchos musulmanes consideran a este clérigo un chalado. Mientras tanto, aumentan significativamente los actos y agresiones de islamofobia, que crecieron un 70% tras los atentados de enero, explica Yasser Louati, portavoz del Colectivo contra la Islamofobia. Louati se queja de la actitud de los medios de comunicación franceses. “El otro día hubo un acto público de rechazo de los atentados, vimos a toda la prensa del mundo congregada, pero ¿dónde estaban los medios franceses?”, se queja.
La pelea de Francia contra sus ciudadanos musulmanes –el número suele estimarse en unos 5 millones– es un claro objetivo del Estado Islámico.
Francia “debería bombardear el barrio bruselense de Molenbeek”, del que vinieron los comandos que atacaron París el día 13, dijo el martes el escritor Eric Zemmour, autor de obras xenófobas con gran acceso a los medios, en una intervención en la emisora RTL. El ultraderechista Frente Nacional distribuye estos días en París carteles llamando a los franceses a “elegir su banlieue”, con la foto de Marianne, la República, y de un yihadista.