‘Fútbol es fútbol’ (Vujadin Boškov)
Hace unos días leí la entrevista que Sergi LópezEgea hizo a Ramon Maria Calderé, exjugador del FC Barcelona y ahora secretario técnico del Sant Andreu, ese equipo que arrastra la cruz de tener que soportar que cada vez más locutores de deportes lo pronuncien San Andreu, como si la te no existiese. En la entrevista, que nace de un repaso a los recuerdos de los futbolistas de los duelos con el Real Madrid, Calderé explica su debut como jugador del primer equipo azulgrana, el 2 de septiembre de 1984, en un partido en el Bernabeu que ganó el Barça por 0 a 3. Calderé marcó el tercer gol, de cabeza: “Mi abuelo estaba ingresado en el hospital de Reus y fui a verlo unos días antes de viajar a Madrid. Quería darle una alegría y se lo prometí: ‘Abuelo, marcaré un gol en el Bernabéu para ti’. (...) Centró Víctor y yo rematé de cabeza. Fue increíble. Debut en el Bernabéu con victoria y gol. Mi abuelo tuvo una inmensa alegría”.
Que el fútbol es un deporte en el que puedes tocar la pelota con cualquier parte del cuerpo mientras no sean las
En principio, en el fútbol puedes tocar la pelota con cualquier parte del cuerpo a excepción de las manos
manos o los brazos lo sé incluso yo, que no tengo mucha idea. Pero no todo el mundo lo ve igual. La semana pasada se supo que la Federación de Fútbol de Estados Unidos ha dictaminado que en los partidos entre menores de diez años no podrá haber remates de cabeza y que, cuando tengan entre once y trece años, sólo podrán hacerlo un número limitado de veces a lo largo del partido. Es decir: que si ese número es, pongamos por caso, cinco, a la sexta vez que remates de cabeza, castigo. Las nuevas reglas tendrán que cumplirlas estrictamente todos los equipos nacionales juveniles y las secciones de jóvenes jugadores de la Major League Soccer. La medida la han tomado después de que un grupo de padres interpusiese una demanda en la que alegaban que hay peligro de conmociones cerebrales. No sólo la plantearon ante la Federación de Fútbol estadounidense, sino también ante la FIFA. De nada sirve que, en el fútbol de estas edades, la principal causa de lesiones en la cabeza no sean este tipo de remates, sino el contacto entre jugadores.
A ver, la norma se aplicará sólo a los niños, de acuerdo, pero es precisamente en esas edades cuando los que sienten pasión por jugar a fútbol se inician, y se esfuerzan por ver si sirven o no. ¿Cómo mejorará un niño sus habilidades si le prohíben utilizar una de las dos partes básicas del cuerpo a la hora de rematar la pelota? Si Calderé hubiese tenido vetado hacerlo durante los primeros años en los que empezó a jugar, ¿habría podido conseguir, ya de adulto, aquel gol de cabeza en el Bernabeu que alegró tanto a su abuelo? Francamente, si tanta prevención tienen los padres a los cabezazos, pues que jueguen a baloncesto o que hagan natación. Eso sí, antes de dejarlos tirarse de cabeza a la piscina, comprueben que haya agua.