“La desorbitada generación de residuos ha provocado que se plantee actuar en la raíz del problema”
Janet Sanz, vicepresidenta de Medi Ambient del AMB
Podemos decir que esta semana europea es clave en las actuaciones que el AMB lleva a cabo anualmente. ¿Por qué?
A nivel de comunicación, es un momento de confluencia de las instituciones públicas que trabajamos en la prevención de residuos. Durante esta semana, todos los ayuntamientos tienen a su alcance un conjunto significativo de recursos para involucrar a su ciudadanía en acciones de prevención de residuos. En este sentido, aunque el AMB ofrece dichos recursos a lo largo de todo el año, la concentración de actividades comporta una mayor fuerza en la transmisión de los valores de prevención que queremos difundir y consolidar.
¿Considera que la ciudadanía está verdaderamente concienciada acerca de los residuos o aún queda mucho por hacer?
La desorbitada generación de residuos ha provocado que se plantee actuar en la raíz del problema, y, en consecuencia, implementar estrategias de prevención en las que la acción ciudadana, más que nunca, es crucial. En los últimos cinco años se ha reducido en más de un 15 % la generación de residuos. Es cierto que la crisis ha influido, pero sin la sensibilización y las buenas prácticas ciudadanas no habría sido posible. De hecho, en algunas ocasiones es precisamente la ciudadanía la que va por delante, con propuestas como la Estrategia Residuo Cero. Queda mucho trabajo por hacer, pero se está avanzando en la buena dirección. Y hay que resaltar que la actividad de entidades y organizaciones sociales y cívicas es y ha sido esencial.
La proliferación de mercados de segunda mano e intercambio, ¿cree que refleja el cambio de mentalidad de la sociedad en cuanto a hábitos de consumo?
Por supuesto. La producción de residuos está estrechamente ligada al modelo de consumo actual, basado en la compra individual de objetos nuevos. Pero de un tiempo a esta parte se plantean otras alternativas que se orientan a evitar el despilfarro de recursos y a reducir residuos, como es el intercambio y la compra de segunda mano, pero también el compartir bienes y productos cuando lo que nos interesa no es el producto en sí mismo, sino el servicio que nos ofrece, como puede ser el carsharing en el caso de los automóviles.
¿Cuáles son las líneas de trabajo marcadas por el AMB en materia de tratamiento de residuos para los próximos años?
Es necesario acabar con los impactos provocados en el medioambiente debidos al uso irracional y desbocado de recursos naturales. Para ello es imprescindible modificar la concepción que tenemos de los residuos y de la manera de gestionarlos. Desde el AMB queremos incentivar la reutilización y la reparación, así como los sistemas más eficaces de recogida y reciclaje. Apostamos por promover la investigación en colaboración con las universidades para conocer en profundidad la problemática de los residuos y seguir desarrollando proyectos en sintonía con las nuevas tendencias de consumo colaborativo. En este sentido, el programa metropolitano Millor que nou promueve el intercambio, la segunda mano, la reparación y la reutilización, siendo el centro Reparat, su proyecto emblemático. La lucha contra el despilfarro alimentario es también uno de los temas centrales en la agenda de la prevención, así como el fomento del compostaje doméstico y comunitario. Y, por supuesto, ofrecer recursos a los municipios y colaborar con las iniciativas locales de prevención es un eje prioritario del AMB.
¿Cree que los municipios metropolitanos de Barcelona superan con nota la asignatura de sostenibilidad?
En las conurbaciones urbanas, como el área metropolitana de Barcelona, es donde la problemática de los residuos es más evidente. Nuestro territorio es complejo, y en él conviven municipios muy diversos. Los ayuntamientos se han implicado de forma efectiva en la prevención con ritmos y fórmulas diferentes, y desde el AMB contribuimos al desarrollo de los proyectos municipales. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de un cambio de hábitos, lo que requiere tiempo, mucha dedicación y la estrecha complicidad de amplios sectores de la sociedad. Pero los resultados son alentadores para seguir trabajando por un ámbito metropolitano más sostenible.
La concentración de actividades comporta una mayor fuerza en la transmisión de los valores de prevención que queremos difundir y consolidar