Comprar sexo es poco ‘cool’ para los jóvenes suecos
A los jóvenes suecos les parece por lo general que la compra de sexo no es nada de cool, se asocia a perdedores. O al menos eso arrojan las encuestas. Por el contrario, hay instituciones suecas que disienten de la aplicación de la ley, que se ha hecho sin acompañarla de una fuerte campaña de sensibilización. El movimiento queer, por ejemplo, sigue defendiendo la prostitución. “Porque es algo controvertido y les gusta sentirse tolerantes, pero si lo prueban es sólo una vez y luego lo dejan”, dice Ekis Ekman.