Vuelve la quema de contenedores tras un desalojo okupa
La protesta por un desalojo de un local okupa en Gràcia hizo que el pasado jueves por la noche regresara al paisaje de la ciudad la quema de contenedores. De esta manera, parece que se pone fin a una especie de moratoria tácita que los movimientos alternativos habían concedido al gobierno municipal de Ada Colau. El desalojo del autodenominado Casal Popular Tres Lliris, situado en la Travessera de Gràcia con la calle Bailén, se produjo el mismo jueves a las seis de la mañana. No había nadie dentro. Lo llevaron a cabo los Mossos d’Esquadra en cumplimiento de una orden judicial emanada de una demanda de la propiedad, que, en este caso, es una empresa inmobiliaria. Aunque este proceso se produce completamente al margen de cualquier intervención del Ayuntamiento de Barcelona, durante la manifestación que se produjo por la tarde en protesta por dicho desalojo judicial se profirieron consignas contra el gobierno municipal y contra la alcaldesa en concreto, a la que se acusó de no dar suficiente protección a los colectivos alternativos que mantenían abierto el citado casal. Se produjeron, incluso, reacciones políticas. El concejal de la CUP en el Ayuntamiento de Barcelona Josep Garganté lamentó el citado desalojo del inmueble okupa. Dijo el concejal que miembros de su partido acudían allí “como cualquier otro vecino”. “Desaprobamos totalmente que se siga alimentado al buitre del capitalismo”, señaló Garganté al saber la noticia. / Redacción