Paltrow saborea Barcelona
La actriz y su novio, Brad Falchuk, de ruta gastronómica de la mano de José Andrés
Gwyneth Paltrow está en Barcelona. Y no está sola, sino con su novio, el productor Brad Falchuk (productor de Glee, American Horror Story), que tiene reserva en otro hotel, justo enfrente del de la actriz. La pareja llegó a Barcelona el miércoles, alrededor de las seis de la tarde en vuelo de American Airlines procedente de Los Ángeles vía Londres. Con ellos iba el jefe de seguridad que al llegar a la ciudad acompañó a Paltrow hasta el hotel Mandarín, mientras que Falchuk tenía reserva en el de enfrente, el Eurostars BCN Design.
Tras descansar una par de horas, se fueron a cenar con este dispositivo: la actriz en un Mercedes, dos amigas (que se alojan en el mismo hotel), en otro. El lugar elegido fue el Suquet de l’Almirall, recomendado a Paltrow por el chef José Andrés, gran amigo de la actriz a partir de las incursiones culinarias de la estrella. Andrés estudió Cocina con Quim Marqués, chef y propietario del Suquet. Hasta allí llegó Falchuk y un amigo para disfrutar también del surtido de especialidades de la casa, de las gambas de Palamós al sushi, del calamar con setas a los langostinos o los buñuelos de bacalao, rematado con una paella catalana y regado con un vino mallorquín, Susana, y uno catalán, Picapolls. Por lo visto, la estrella se saltó la dieta estricta que recomienda en sus libros de cocina y sus extraños y estrambóticos consejos para dedicarse al placer de los sentidos. Le sentó tan bien y estuvo tan simpática y encantadora que no dudó en aceptar la invitación de la casa y les dibujó con lápices de cera de colores, un bogavante con melena rubia: “Esta soy yo”, les dijo.
Luego el grupo se fue de un modo también extraño: el novio salió solo por la puerta de atrás mientras ella atendía a unos fans. Él se fue al Eurostars BCN Design y ella al hotel de enfrente. Cosas de estrellas que huyen de la prensa. Pero no sabemos por qué.
El jueves salieron a primerísima hora y se dirigieron hacia Cadaqués, donde presumiblemente (ha sido imposible contactar con ellos) almorzaron en Compartir, otro exquisito lugar regido por Eduard Xatruch, Mateu Casañes y Oriol Castro, antiguos jefes de cocina de El Bulli y amigos ínti- mos de José Andrés. A media tarde regresaron y Paltrow ejerció de estrella; entró en el hotel medio oculta por dos paraguas negros, y con gesto de enfado supino, y eso que iba sin el novio.
Por la noche tuvieron cena, esta vez en la Bodega 1900, donde no les pudo atender Albert Adrià, que está en Seúl, pero degustaron un surtido de tapas: esa noche fue de chicas solas, aunque cada una en su coche. Ayer fue el día del turismo urbano: a las ocho la actriz, muy abrigada y sola se fue a la Sagrada Família y después al Park Güell y a la Vila Olímpica. Si no pasa nada, hoy sábado la pareja tiene previsto el regreso a Los Ángeles, vía Madrid, a las 9.15 h.