UN LUJO DE VEINTE MÚSICOS
Para grabar Crooner, Bertín Osborne se reunió en el estudio con la veintena de músicos de la big band de Bob Sands. “La idea de grabarlo de una sola vez con todos los músicos no fue mía, sino de la discográfica”, explica el cantante. La grabación se realizó en los estudios PKO de Madrid. “Tienen la mayor colección de micrófonos que he visto en mi vida, armarios y armarios de todo tipo de micrófonos de todas las épocas. Y tenían un micrófono de los años cincuenta, de los que se usaban para esta música. Creo que en España hay tres o cuatro y valen unos 30.000 euros. Yo no distingo, no tengo tanto oído, pero me pusieron a cantar las mismas líneas con un micrófono contemporáneo y el antiguo y es verdad que suena más cálido. Me lo demostraron como a los niños”. Así grabó una de sus canciones predilectas. Wonderful tonight, de Eric Clapton. “Es lo más difícil del disco porque es una balada, y lograron un arreglo de big band que es espectacular. Aquí en la compañía esa canción ha pasado un poco desapercibida y eso me cabrea”, dice. Y rompe a reír.