En EE.UU. admiten que no atraparán a Polanski
El fiscal Cooley tira la toalla tras la sentencia del juez polaco
En enero se cumplirán 38 años desde que Roman Polanksi compró el último asiento disponible en un vuelo de British Airways que partía de Los Ángeles con destino a Londres y se marchó de Estados Unidos para no regresar jamás. Y aunque por el momento no ha habido una respuesta oficial sobre la decisión de los fiscales polacos anunciada el viernes de no apelar la decisión del juez que negó la extradición solicitada por Estados Unidos, Steve Cooley, quien fue fiscal de distrito en Los Ángeles desde el 2000 hasta el 2012 y fue el responsable de iniciar tanto la petición de extradición a Polonia como el que culminó con otra derrota para el sistema legal norteamericano en el 2010 en la justicia suiza, admitió en una entrevista con el influyente diario Los Angeles Times que este es el final del camino para el caso. El político republicano, quien ganó el puesto clave en la justicia local en las elecciones generales y fue reelegido en dos ocasiones, señaló que sería muy difícil que algún gobierno aceptara enviar a Los Ángeles a Polanksi, que en agosto cumplió los 82 años.
Los autores del artículo en el Times señalan que en el mundo hay dos maneras de ver la historia: una, la europea, que ve al legendario director como un artista perseguido y una víctima de un sistema injusto, y otra, la estadounidense, que apoya un sistema judicial durísimo con los depredadores sexuales: “Con las leyes actuales, Polanksi llevaría años tras las rejas”, indicó Cooley. Este, que en el 2012 intentó convertirse en fiscal general del estado pero perdió en las elecciones contra la candidata del partido demócrata, no se arrepiente de haber utilizado todo su poder para tratar de extraditarle: “Defender la dignidad de la corte es un principio muy importante. Por eso perseguir a Polanksi durante todos estos años fue un esfuerzo absolutamente justificado”. Jackie Lacey, quien le reemplazó como fiscal de distrito, fue la primera afroamericana en ocupar ese puesto y sin una clara afiliación política, dijo el 30 de octubre cuando se conoció la sentencia del juez Mazur que no era justo que Polanksi hubiera podido escapar de la justicia estadounidense sólo por tener recursos financieros, afirmando que seguiría insistiendo con la extradición. Sin embargo, Lacey optó por no hacer declaraciones esta vez.
La mirada del Times es cuestionable, ya que han habido muchas voces en Estados Unidos que reclaman un fin para la cruzada contra el veterano director. La documentalista Marina Zenovich fue en parte responsable de la reapertura del caso con su filme Roman Polanksi: se busca, que ganó dos Emmy, donde demostró que el juicio original estuvo plagado de errores, y la propia víctima en el caso, Samantha Geimer ha pedido públicamente que dejen en paz al acusado, para que todos puedan seguir con sus vidas.
Cooley no se arrepiente de haber utilizado todo su poder para tratar de extraditar a Polanksi