La Vanguardia

Cuatro partidos empatan en Catalunya ante el 20-D

Ciudadanos, ERC, PSC y CDC pugnan por la victoria con 9 escaños cada uno El 50% de los catalanes ve otra vez presidente a Rajoy, y el 21%, a Sánchez

- CARLES CASTRO

Menos de dos puntos de diferencia. Esa es la distancia que separa al primer partido, Ciutadans, del cuarto, Democràcia i Llibertat (la coalición que lidera CDC), en la estimación de voto para las elecciones generales del 20 de diciembre en Catalunya, según un sondeo de Feedback para La Vanguardia. Y en medio de esa estrecha franja, Esquerra y PSC completan un apretujado pelotón que por ahora encabeza el partido de Albert Rivera (17,7% de cuota electoral y nueve escaños), seguido de ERC (17,4%), PSC (16,5%) y DiL (16%), todos con la misma cifra de diputados, nueve.

A menos de tres puntos del primer partido y ya en quinta posición (con un 15% de las papeletas, pero con sólo seis diputados), aparece En Comú Podem (ECP, el mix de Pode- mos, ICV y la formación de Ada Colau). Y, finalmente, con casi un 12% de los sufragios y cinco diputados, el PP cerraría la lista de partidos que obtendrían representa­ción el 20-D.

La magnitud del seísmo que suponen esas expectativ­as electorale­s se aprecia si se comparan con los resultados de hace cuatro años. El socio principal de la antigua CiU (ahora DiL), que obtuvo en el 2011 un total de 16 escaños –aunque seis eran de Unió, que hoy lograría el 2,35% de los votos–, cae ahora a casi la mitad (9), pero no sólo en escaños. También cedería casi el 50% de su porcentaje (un 29,3% en el 2011) y 400.000 votos absolutos del más de un millón que obtuvo en los anteriores comicios. Por su parte, el PSC cedería 10 puntos en cuota de voto y casi 300.000 papeletas, además de un tercio de sus escaños (de 14 a 9). Y el PP sufriría un descalabro aún mayor al perder más de la mitad de sus diputados (de 11 a 5), nueve puntos porcentual­es en cuota electoral y un cuarto de millón de electores.

El contraste con el resultado de las fuerza emergentes habla por sí solo. La formación que aspira a la victoria en Catalunya, C’s, pasa de cero a nueve escaños y de la nada electoral (o las 106.000 papeletas que logró en las catalanas del 2010) a casi 700.000 votantes, aunque por el camino quedan las autonómica­s del 27-S, en las que ya obtuvo más de 736.000 votos. A su vez, la Esquerra reinventad­a por Oriol Junqueras tras la erosión del tripartito multiplica casi por tres votos y escaños y gana diez puntos de cuota electoral.

Por su parte, la nueva izquierda alternativ­a nucleada en torno a Podemos mejora no sólo el resultado de su socio, ICV (que obtuvo hace cuatro años tres diputados y poco más de 280.000 papeletas), sino el de su homólogo en las recientes autonómica­s, Catalunya Sí que es Pot, que logró 367.613 papeletas. Con vistas al 20-D, ECP podría reunir casi 600.000 sufragios.

Estas magnitudes electorale­s reflejan los profundos cambios en las lealtades partidista­s. En el caso de los que votaron a CiU, uno de cada diez apoyará el 20-D al PSC, y un 14% lo hará a ERC. En cuanto al socialismo catalán, el 14% de sus electores del 2011 votará ahora por ECP y un 15%, por C’s. Y, por último, el PP –con una fidelidad de voto inferior al 50%– sufre sus principale­s pérdidas (el 41% de los electores que antes le votaron) en beneficio de C’s.

Las preferenci­as de los catalanes sobre el próximo presidente del gobierno son relativame­nte coherentes con las expectativ­as electorale­s, salvo en el caso de Pablo Iglesias, que figura en primera posición (con un 22,8% de apoyos), ligerament­e por delante de Rivera (20,9%) y Pedro Sánchez (19,5%). Rajoy (con un 7,6%) y Alberto Garzón (de IU y con el 5,9%) cierran una lista en la que un candidato fantasma –“ninguno”– reúne hasta un 19% de apoyos.

La ventaja de Iglesias se explica porque no sólo tiene la simpatía de exvotantes del PSC (un 23%) sino, sobre todo, del electorado nacionalis­ta (hasta un 28%), que en esta ocasión –y a diferencia de anteriores elecciones legislativ­as– se inclina en menor medida por el candidato del PSOE (con un apoyo que no llega al 20%). Por otra parte, entre los electores que votaron popular, Rivera es el preferido (45%) frente a Mariano Rajoy (41%).

Aun así, la percepción sobre el ganador final es abrumadora­mente favorable a Rajoy, pues un 50% de los consultado­s cree que él será finalmente el próximo presidente del gobierno español. En cambio, sólo un 21% apuesta por Sánchez y, en mucha menor medida, por Rivera (el 9%) o Iglesias (un 3,4%).

Y tres apuntes finales. La valora-

En Comú Podem lograría 6 escaños, y el PP, que perdería la mitad de sus diputados y votos del 2011, sólo 5

ción de la gestión del Gobierno central cosecha un suspenso claro (3,1), aunque los votantes del PP le otorgan un aprobado holgado (5,81). La percepción sobre la situación económica catalana ha empeorado en once puntos (casi un 60% la juzga hoy negativa). Y un relevante 41% de los consultado­s apoya el control de los recursos económicos de la Generalita­t por el Gobierno central para que no se destinen al proceso independen­tista.

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