Vanguardia y costumbre
La selección incluye escenas multitudinarias de calle, playa y cabaret
La galería Fernando Pinós presenta una exposición sobre el dibujante Ricard Opisso que incluye algunas de las obras que en las monografías sobre el autor han sido merecidamente destacadas como las mejores de su trayectoria.
La exposición que la galería Fernando Pinós presenta con el sencillo título Opisso reúne una selección de obras realizadas entre 1900 y los años 50 e incluye algunos dibujos excelentes, que en las monografías sobre Ricard Opisso (Tarragona, 1880-Barcelona, 1966) han sido merecidamente destacados entre los mejores de toda su obra. El titulado Barceloneta. Rompeolas es una pequeña obra maestra, una técnica mixta sobre papel que en sus 32 por 45 centímetros logra concentrar muchos tipos humanos y todo el ambiente popular de una época, seguramente –no se indica la fecha exacta– esos años 20 del siglo pasado que fueron considerados locos y felices, y está claro que lo fueron para una parte de la población que vivía en las ciudades más modernas y liberales, como París, o también en Barcelona.
Opisso compone en este dibujo una escena costumbrista en un día digamos “de playa”, aunque en este caso no hay arena, sino una multitud de familias y otras gentes instaladas para comer, beber, jugar, hacer el ganso o descansar sobre los grandes y geométricos bloques de piedra del rompeolas barcelonés. En esta escena posiblemente veraniega y dominguera el dibujante capta muy bien los gestos de la especie humana en sus ratos libres, y eso que en francés se ha llamado ambiguamente l’air du temps. En este caso es el aire diurno del popular barrio marinero de la Barceloneta. Para encontrar el mismo aire nocturno y bohemio que cantaba Aznavour en La bohème hay que fijarse en otros dibujos, como un doble retrato situado en Els 4 Gats en el año 1900, o el titulado En el bar, y sobre todo en otra espléndida escena de multitud ambientada en el entonces famoso cabaret La Criolla.
Este dibujo representa muy bien la Barcelona nocturna y canalla anterior a la guerra y la dictadura franquista: sexo, ebriedad por licores o por estupefacientes, mujeres liberadas y libertinas, señores con trajes de rico de juerga o de farra bailando arrimados a su querida o a la mujer de esa noche, los chulos por ahí cerca controlando, con pinta de traficantes también –el sólito pluriempleo nocturno–, los mirones divertidos o a la espera de algo nuevo, etcétera. Una escena no tan distinta de las que se han podido ver en otros lugares y épocas, incluso en el presente, aunque con otros matices y apariencias.
Igual que en la escena del rompeolas, el dibujo de Opisso es excelente en su captación y expresión de las actitudes corporales, las expresiones de emociones, y también en la composición, abigarrada, pero clara. Parecen instantáneas fotográficas, pero con esa capacidad que tiene el dibujo de interpretar lo significativo, expresarlo con dosis ligeras de caricatura y reunir y sintetizar en una sola imagen aquello que sería muy difícil –aunque no imposible– que pudiese aparecer en una instantánea fotográfica.
Otra imagen potente es la escena de vorágine compradora de un dibujo titulado Dia de compres, una escena presidida por los grandes carteles de una tienda que anuncia un “REMATE TOTAL” y poblada por una muchedumbre ávida de objetos a precio de saldo, una avalancha humana que causa desmayos y víctimas y reclama la intervención de la policía. En otras escenas y retratos los grupos son más reducidos, por ejemplo las escenas en las ferias navideñas con niños tocando las figuras del pesebre y los adultos tensos vigilando, o el señor con sombrero de copa comprando pavos: vivos, pues antaño se solían matar en la cocina de casa. Y no había veganos.
También hay que mencionar el picnic de Berenar al camp, retratos individuales como la pareja titulada Una mamá muy siglo XX (moderna, desinhibida, fumando) y Una mamá muy siglo XIX (antiguo régimen, tapadísima, con tata) y el autorretrato autobiográfico L’artista i els seus admiradors, donde Opisso aparece corriendo apurado, perseguido por diversos seres humanos y hasta por animales domésticos que le exigen dibujos gratuitos. Fernando Pinós Galeria d’Art. Consell de Cent, 325. Hasta primeros de enero.