Albert Adrià, el londinense
Un lujoso hotel de la City ficha al cocinero para que dirija su restaurante durante 50 días a partir del mes de febrero
Londres no es, ni mucho menos, la primera gran ciudad desde la que le han llegado ofertas para abrir un restaurante. A Albert Adrià lo han tentado también desde Nueva York, Dubái, Hong Kong, Singapur y tantas otras. Pero ha sido el entorno clásico de un hotel histórico en el corazón de la capital británica y la posibilidad de probar, con una experiencia efímera, lo que ha impulsado a salir por primera vez de España a este chef que acaba de conseguir la primera estrella Michelin para su restaurante mexicano Hoja Santa, su tercer establecimiento estrellado.
El lujoso Cafe Royal, tocando a Picadilly, celebrará su 150.º aniversario con la apertura, prevista para febrero, del 50 Days by Albert Adrià, un restaurante que tendrá una vida corta, de sólo cincuenta días y para el que el menor de los Adrià prepara los últimos detalles. “No será un Tickets (su local de la avenida del Paral·lel), aunque pueda haber algunos guiños en la propuesta, como las minibaguettes o las olivas esferificadas; no será un sitio para picar de pie o de forma informal, sino un restaurante donde la gente estará sentada. Jugaremos con la iluminación, con el vestuario del equipo, y pasarán cosas, pero la comida será la protagonista. Compraremos ingredientes de allí, pero también procuraremos que sea un escaparate de algunos de nuestros productos”.
Confiesa que el propietario del grupo The Set, al que pertenecen también los hoteles Lutetia, en París, y el Conservatorium, en Amsterdam, quiere que se quede. Pero, de momento, y aunque hay una gran sintonía entre ambos, él prefiere probar con algo temporal. “Para mí es como una gira, algo que puedo gestionar porque cuento con el equipo del Heart”, el restaurante que abrió en verano en Eivissa con el Cirque du Soleil y que cierra en invierno. Pero el menor de los Adrià asegura que su gran proyecto está en Barcelona, donde explica que su hermano Ferran está tan ilusionado como él con el nuevo y renacido Enigma, que abrirá en abril. “El Bulli va tomando diferentes formas, pero nunca ha dejado de existir”.
Mientras tanto, ha sucumbido a la tentación de Londres. “Es el ombligo del mundo, la ciudad en la que pasa todo y aquella en la que quieren estar todos los chefs”. Allí ofrecerá una experiencia singular, que podrán disfrutar 56 comensales al día. El recorrido empezará en el clásico bar Oscar Wilde, en la planta baja del hotel, donde ofrecerá los primeros snacks y cócteles (también ha elaborado una carta de combinados para los clientes del bar) y continuará en el restaurante de la primera planta.
Mientras ultima los detalles para su desembarco en Londres, Albert Adrià ya ha empezado a trabajar sobre los menús del Enigma, su proyecto más ambicioso, en el mismo barrio del Paral·lel donde están sus otros restaurantes. Allí ha ubicado su nuevo taller y ha trasladado, pieza a pieza, el 41º (que abrió como un anexo del Tickets) y que será uno de los espacios polivalentes por los que transiten los 28 comensales, en una superficie total de 700 metros cuadrados. Habrá una recepción como en un hotel, y se hará un recorrido que el cliente irá descubriendo, como parte de ese enigma que le da nombre. “Acabamos de activar la web y ya están entrando las reservas, cuando aún faltan cuatro meses para abrir”. También en el mexicano Hoja Santa recibieron 350 reservas en los dos días posteriores al anuncio de la estrella. “Es el efecto Michelin”, explica el chef, quien confiesa que otra cosa es el efecto Tickets. “Yo tengo varios restaurantes y un fenómeno, que se llama Tickets y que espero mantener con el mismo éxito. Siempre está lleno”.
“Esta es la ciudad en la que pasa todo y donde todos los cocineros quieren estar, el ombligo del mundo”, dice el chef