Máquina total
El Barça se reencuentra ya a estas alturas con el fútbol que le llevó al triplete
El Estado del bienestar se ha instalado en el Barcelona gracias al fútbol total que ha florecido en otoño. Dulce noviembre. El equipo de Luis Enrique está ahora mismo en tan buena forma que se asemeja, por autoridad y dominio, a aquel que apretó el acelerador en abril, mayo y junio la temporada pasada para levantar el triplete. Sólido en su área, mortal en la contraria y siempre superior en el centro del campo. Los puntos débiles del inicio del curso han desaparecido bajo la suficiencia de un grupo cuyo auténtico grial es que está absolutamente convencido de sus posibilidades, a tenor de la velocidad de crucero que ha cogido. Con la derrota en el Sánchez Pizjuán, el Barcelona cayó al cuarto puesto de la tabla; seis jornadas victoriosas consecutivas después es líder de la clasificación.
Los blaugrana controlan a su antojo los partidos hasta el punto de casi elegir quién empuja el balón a la red. Se imponen en el campo de su gran rival con la sensación de que podían haber conseguido un resultado de escándalo. Golean sin forzar la máquina. Y lo hacen con pequeñas rotaciones (Mascherano e Iniesta descansan contra el Roma, Alba empieza en el banquillo ante la Real) para no perder competitividad. 21 goles a favor y sólo 3 en contra en estas seis jornadas lo atestiguan. Con 3,5 goles por partidos –en las siete primeras jornadas el promedio era de 1,7, la mitad–, el Barcelona se ha puesto en órbita.
Sobre todo, lo que da más tran- quilidad al equipo y al cuerpo técnico más que los marcadores es la regularidad y la imagen. El conjunto sabe interpretar las necesidades en cada momento. Lee cuando tiene que ser paciente y cuando debe ser afilado y vertical. Es capaz de hallar los espacios donde hacer más daño al rival. Ya se encuentren entre líneas, como en el Bernabeu, o a la espalda de la defensa, como ante el Roma y la Real. Y eso se traduce en que ya no son necesarias las remontadas –hubo cinco en el arranque– como ante el Rayo, el primer partido de la serie. Ahora el equipo sale a marcar rápido, algo que siempre ayuda para conseguir las goleadas que tanto impresionan. Con el marcador a favor, todo es más fácil, más fluido.
Y es que el Barcelona que se ha encumbrado hasta el liderato tie-
LA RACHA El Barça pasa de ser cuarto tras caer en Sevilla a líder sólido gracias a las seis victorias seguidas A POR LA SÉPTIMA EN MESTALLA Luis Enrique mejora los números de su primera temporada, con dos puntos más y dos goles más
ne todas las virtudes que se le piden a un grande. El portero da seguridad –Bravo suma 440 minutos sin encajar–, defiende bien en el eje, sus laterales se incorporan al ataque –tres asistencias contra la Real, dos de Alves y una de Mathieu–, tiene estilo y recursos en la medular –Iniesta ha cogido los galones y Busquets se atreve con todo– y su delantera está intratable –autores de 20 de los 21 goles de la racha–. Cinco reglas básicas desde los tiempos de Pep Guardiola. Y casi lo mejor es que el tridente aún no está al 100% de su potencial, ya que Messi acaba de salir de la lesión. El argentino va cogiendo el ritmo a base de goles, dos al Roma, uno a la Real.
Es un Barça total apoyado en varios hombres de récord, que viven su mejor momento desde que llegaron al Barcelona. Empezando por Luis Enrique, que en Mestalla el sábado que viene puede conseguir por primera vez encadenar siete victorias seguidas en la Liga. Hasta tres veces ligó seis triunfos en raya en el campeonato pasado (de la 18.ª jornada a la 23, de la 25.ª a la 30 y de la 32.ª a la 37) pero no pasó de ahí. Lejos está aún de las 16 jornadas triunfantes de Guardiola en la 2010-11, pero el asturiano camina con paso firme. Sólo dos veces en toda la historia se empezó la Liga con más de once victorias en las 13 primeras jornadas (Vilanova y Martino sumaron 12). De hecho, el técnico barcelonista mejora los números de su primera temporada, ya que a estas alturas era segundo con dos puntos menos que los 33 actuales y menos goles anotados.
Neymar y Luis Suárez también están tocados por una varita. El brasileño es el pichichi de la Liga y puede marcar en Mestalla por quinta jornada seguida, algo inédito desde que viste de blaugrana. Ney ha jugado dos veces contra el Valencia en su estadio y, aunque ganó en ambas ocasiones (2-3 y 0-1), nunca pudo marcar. Por su parte, desde el 17 de octubre no pasa ni un partido de Liga sin que el uruguayo celebre un gol. Suárez ha empatado su marca personal que databa de su etapa en el Ajax, de seis jornadas seguidas viendo puertas entre marzo y abril del 2009. En Mestalla puede superarse. Como el propio Barça sabe que si sale airoso de Valencia, habrá ganado ya allá, en San Mamés, el Calderón, el Coliseum y el Bernabeu. Un líder total.