Se acabó el vía crucis
Alonso se despide de su peor curso desde que debutó con ‘recuerdos’ a la FIA
Por fin acaba el año y a ver si vuelve todo a la normalidad...”. La frase resume la temporada de frustración que ha vivido Fernando Alonso en su regreso a McLaren, siete temporadas después de su primera aventura fallida (2007). Un curso que cerraba ayer con un discreto 17.º puesto en Abu Dabi –su peor posición del año– en otra carrera que le sirvió “de test”, como todas, pensando en un 2016 que espera más prometedor... Al menos ayer no abandonó, como le ha ocurrido en casi la mitad de las carreras, en 8 de las 18 (el 44%), casi siempre por las averías de un bólido que ha pagado los pecados de fiabilidad, lastrado por la inexperiencia y el retraso del propulsor Honda, el talón de Aquiles del McLaren, que ha llevado al asturiano por la calle de la amargura. El 2015 ha sido el peor año en sus 14 temporadas en la F-1. Aunque Alonso insista en enmascararlo.
“Obviamente, ha sido un año duro, difícil, luchando toda la temporada con el ritmo y la fiabilidad. Los resultados y el nivel que hemos tenido han estado muy por debajo de lo que se espera de McLaren-Honda. No hay que esconderse, los resultados han sido decepcionantes”, admitía. “Pero personalmente creo que era necesario”, decía el asturiano con estoicismo al hacer balance de su annus horribilis en McLaren. “Para mí era un paso adelante en mi carrera después de los dos títulos (2005 y 2006) y después de cinco temporadas fantásticas luchando por el Mundial (con Ferrari), pero llegando segundo, por lo que necesitaba una nueva motivación, un nuevo proyecto en el que pudiese confiar y creer que podía ser la única manera de convertirme en campeón de nuevo”.
Sin embargo, el primero de sus tres cursos firmados con la escudería de Woking no podía ser más decepcionante si quería retomar el vuelo a sus 34 años. Desde su debut en el 2001 con la humilde Minardi, Alonso no conocía unos resultados tan pobres: 17.º clasificado del Mundial, 11 puntos (sólo ha sumado en dos carreras, en Silverstone y en Hungaroring), 8 abandonos –sólo superado por Maldonado (9)–, siete de ellos por las más variadas averías (frenos, extractor, caja de cambios, ERS, pérdida de potencia...) y uno por accidente (en Austria, embestido por Kimi Räikkönen), y una 12.ª posición de promedio en las 10 carreras finalizadas.
Difícilmente se pueden extraer lecturas positivas, ni en resultados ni en evolución, ya que prácticamente no ha existido: McLaren nunca fue competitivo, ha sido el penúltimo equipo, sólo superior a Manor Marussia. Sólo hay que recordar la indignación del ovetense en Japón cuando le pasaban los Sauber. “¡Es vergonzoso, nos pasan como si fuésemos de GP2!”, se quejó amargamente, lo que le costó la amonestación de Ron Dennis. No fue la primera ni la última en una temporada que comenzó con el encontronazo por el accidente en el test de Montmeló, en febrero: Fernando desmintió y dejó en evidencia a Dennis y a McLaren, a los que dejó por mentirosos.
Aun así, Alonso se arma de paciencia –no le queda otra– y en sus intervenciones públicas mantiene su fe en el proyecto. “Me gusta trabajar con McLaren, con Honda, con toda la disciplina y la cultura japonesas en el equipo. Sigo siendo muy positivo. Estoy muy, muy feliz y con ganas de que el próximo año sea un poco más fácil que éste”, resuelve Alonso, que tenía que desmentir de nuevo en Abu Dabi que vaya a tomarse un año sabático si el McLaren del 2016 no es competitivo; opción que dejó entrever Ron Dennis.
En su despedida de esta temporada de pesadilla, Alonso reeditó su mal fario en el Yas Marina; el sábado sufrió un pinchazo en la calificación y en la carrera tuvo un toque en la salida con Maldonado, que le costó un drive-through “por causar una colisión” al venezolano. Un castigo sorprendente, ya que previamente Alonso fue impactado por el Sauber de Nasr. Su reacción fue una descarga furibunda contra la FIA: “Hay que tener un poco de sentido común con las penalizaciones... Son las cosas de la FIA. Hoy vemos las gradas medio vacías en casi todos los circuitos. Hay campeonatos que nos están adelantando por la derecha como el WEC o MotoGP, y luego buscamos que los coches hagan más ruido”.
COMO SI PAGARA PENITENCIA “Por fin acaba el año... Los resultados han sido decepcionantes, pero creo que era necesario”