UNA VERDAD MANIFIESTA
Los cambios ambientales de todo orden afectan ya a la población mundial, a los océanos y a muchas especies animales
Un fenómeno relevante es la subida del nivel del mar, el cual ha ascendido unos tres milímetros por año entre 1993 y 2010
Se suman dos personas cada segundo a la población mundial. Ya somos más de 7.000 millones de habitantes en el planeta, para el 2050 seremos más de 9.000 millones. El incremento tan desmesurado de la población mundial guarda relación con el mismo cambio climático y con uno de los problemas ambientales que acarreará, que es el de la escasez de los recursos alimenticios: inmensas zonas planetarias corren el riesgo de caer en la garras de la desertización y son regiones con una gran densidad de población humana, África por ejemplo.
Otro fenómeno relevante será la subida del nivel del mar, el cual ha ascendido unos 3 milímetros por año entre 1993 y el 2010. Además de las inundaciones que provocará esa subida del nivel oceánico, se apunta un incremento del embate de la olas y una mayor intrusión salina, agra- vada por la disminución del caudal de los ríos, con que muchas regiones mundiales, también densamente pobladas, tendrán un notable afectación.
TRES ESCENARIOS
Este esbozo en cierto modo catastrofista puede verse enmendado pero también confirmado según las decisiones que la comunidad internacional tome en relación a las emisiones de gases de efecto invernadero para los próximos decenios. Se pueden dibujar tres escenarios:
“ el optimista, con acuerdos importantes de reducción de emisiones, en que se produce un aumento contenido de la temperatura, en torno a 1'8º C, el moderado, con acuerdos parciales, con un aumento de la temperatura en torno a 2'8º C y el caótico, sin acuerdos, con aumento de temperaturas de unos 3'8º C, todo según modelos de la IPCC. El cambio climático y otros desajustes naturales provocados por la actividad humana pueden dificultar enormemente la tarea de construir un mundo más justo y solidario, acorde con los valores democráticos y con los derechos humanos, si no hay acuerdos de peso.
Los cambios ambientales de todo orden están produciendo una elevación de la temperatura del agua marina. Este hecho junto con su acidificación, promovida por2la absorción de grandes cantidades de CO , está ocasionando una serie de alteraciones de indudable transcendencia, por ejemplo, episodios de mortalidad de corales y otros animales marinos sésiles, la aparición de especies tropicales en latitudes inusuales y la desaparición por asfixia de la posidonia, especie clave en el ecosistema marino mediterráneo, con riesgo de desaparecer a mediados de siglo.
ESPECIES EN PELIGRO
En el ámbito terrestre los cambios también se hacen notar. Se ha registrado un adelantamiento de la floración, pero también de la llegada de especies migratorias, como las golondrinas. De la capacidad de adaptación a estos cambios dependerá la supervivencia de muchas especies. Se
Se registra un adelantamiento de la floración y de la llegada de las especies migratorias. Animales y plantas tendrán que desplazarse
sabe que por cada aumento de 1º C de temperatura hay un desplazamiento de 160 km (de 170 m en altura) de las zonas ecológicas. Muchos animales y plantas tendrán que hacer las maletas, las que puedan moverse se moverán, y seguro que con dificultades dada la cantidad de barreras infraestructurales que hemos puesto.
Las especies de climas templados se desplazarán hacia el norte o el sur, según en qué hemisferio, y la tropicales se desplazarán a las zonas que antaño eran de clima templado. Un ejemplo de estos desplazamientos inducidos por el cambio climático se puede ejemplificar en las mariposas. La mariposa tigre, especie tropical y subtropical africana, asiática y australiana, desde los años 80 se viene citando con cierta normalidad en diferentes puntos de la península Ibérica.
Otras especies sucumbirán. Las acantonadas en montañas, la irán escalando hasta que no quede más montaña, como puede que le pase al lagópodo alpino o perdiz nival, o se desplazarán rumbo al norte hasta que no haya más norte, como le pasará sin duda al oso polar, víctima emblemática del cambio climático y quizá también víctima propiciatoria para la asunción de una responsabilidad global.