Póntelo, pónselo
La mayoría de los hombres que han contraído el VIH de otros hombres no lo sabe
Un estudio elaborado en Holanda indica que un análisis de sida al año entre los hombres que tienen una gran actividad sexual con otros hombres evitaría el 66% de los contagios.
Un análisis de sida al año entre los hombres que tienen una gran actividad sexual con otros hombres, siempre que se garantice tratamiento inmediato si dan positivo o profilaxis preexposicional si dan negativo, evitaría el 66% de los nuevos contagios. Es la conclusión de un estudio realizado en Holanda que se acaba de publicar en la revista Science Translational Medicine.
Los investigadores parten de la realidad que comparten la mayoría de países occidentales: los tratamientos mejoran, cada vez hay mejor acceso a ellos, pero el número de nuevos casos no baja. La gente se sigue infectando. Así que optaron por analizar la fuente de contagio de un grupo de 617 hombres que practicaban sexo con hombres, donde se concentran la inmensa mayoría de nuevos casos. Comprobaron que el 71% estaba infectado y no lo sabía y que habían sido contagiados por un 30% de hombres contagiados que tampoco lo sabían. Y aplicaron un logaritmo para concluir que, si ese 70% sale de su ignorancia gracias a un análisis anual y recibe el tratamiento adecuado (el inmediato si es positivo, el profiláctico si es negativo), se evitarían dos de cada tres nuevas infecciones.
“Son cifras que encajan también con nuestra realidad. En Catalunya, con un número parecido de nuevos infectados, tenemos unos 600 al año, el problema es semejante: la cifra de nuevos contagios se mantiene y la mayoría no lo sabe. La diferencia es que nosotros ya damos el tratamiento inmediato y tenemos muy a mano los análisis, en hospitales, centros de primaria, farmacias y asociaciones. Pero no se ha tomado ninguna decisión sobre la profilaxis a los negativos con elevado riesgo”, explica Josep M. Gatell, experto en sida del Clínic y codirector del programa Hivacat que investiga una vacuna para el VIH.
Del hallazgo matemático de los holandeses se deduce una propuesta clara para frenar una infección, controlada con medicamentos pero enormemente cara (600 millones en antirretrovirales al año en España). Francia, Holanda, Gran Bretaña y específicamente la ciudad de San Francisco en California han implantado el tratamiento profiláctico para personas de alto riesgo (hombres con sexo con hombres con alta frecuencia y un riesgo de infectarse del 3% anual) para reducir los nuevos casos. Los resultados de esa medicación preventiva son muy buenos: en San Francisco, una reducción del 30% de nuevas infecciones. “Pero en Europa la agencia del medicamento, la EMA, no se ha pronunciado, así que los países que lo han incorporado a sus prestaciones lo adquieren como medicamentos de uso compasivo. Y en España nadie lo financia, a la espera de que hable la EMA”, explica Gatell. Esta absurda situación podría empezar a cambiar este año, pero tardaría al menos otro año en trasladarse a los interesados. “Este tratamiento preventivo entre las personas con más riesgo es mucho más coste-eficiente que esperar a que enfermen y darles el tratamiento de por vida”, aclara el experto. La Conselleria de Salut, a pesar de la interinidad, mantiene una comisión para analizar una salida al bloqueo administrativo de una opción tan eficaz para frenar los nuevos casos.
En el estudio holandés también se concreta que el 43% de los que se infectaron lo hicieron a través de otros hombres que estaban en su primer año de infección. “Es la etapa más contagiosa”, explica Gatell. “Una persona recién infectada es una bomba con una elevadísima carga viral que con los meses disminuye”.
El organismo de la ONU para el sida (Onusida) propuso en noviembre pasado como objetivo global para el 2020 que el 90% de las personas infectadas lo sepan, que el 90% de ellos estén en tratamiento y que el 90% esté con carga viral indetectable. Ese plan 90-90-90 es clave para parar en seco la propagación, porque cuando los seropositivos están tratados no trasmiten el virus. Las estrategias son diferentes según la realidad de cada país, pero para el modelo occidental, desde
Science Translational Medicine se apuesta por la suma de test anual, tratamiento inmediato a los positivos y profilaxis a los negativos. En España falta la profilaxis y una campaña decidida para que el núcleo de hombres con más riesgo sepan que vale la pena el control anual.