Obama pone a una mujer en la cúpula de la academia militar de West Point
Ningún empleo ni unidad está ya vetado a las mujeres en el ejército de EE.UU.
El pasado 20 de agosto, en la academia militar de West Point, la fiesta de despedida de los cadetes tuvo un balance de treinta heridos, veinticuatro de ellos acabaron con traumatismo craneal y el resto, con fracturas óseas diversas, lo que da una idea de lo brutos que son los aspirantes a oficial del ejército estadounidense. Para ponerlos en cintura, el alto mando ha decidido situar en la cúpula académica a una persona capaz de hacerse respetar y obedecer y no han encontrado mejor perfil que el de Diane Holland, una veterana de las guerras de Iraq y Afganistán, que pasará a la historia como la primera mujer que alcanza tal nivel de comandancia en la prestigiosa academia militar, fundada en 1802 por Thomas Jefferson y en la que se formaron legendarios generales como Dwight Eisenhower o George Patton. Las primeras palabras de Holland al tomar posesión de su cargo ya ponen de manifiesto su criterio militar. “Tengo unas ganas enormes de trabajar con los cadetes. Se conforman con poco, sólo aspiran a ser bien dirigidos”.
Aunque la cúpula de la Academia de West Point está presidida por un superintendente –actualmente el teniente general Robert L. Caslen Jr.–, el nombramiento de Holland marca un hito en la historia militar estadounidense no sólo por ser la primera mujer al frente de la academia, sino porque culmina el proceso de integración de las mujeres en todos los ámbitos del ejército, incluidas las unidades de combate y las fuerzas de operaciones especiales que ha preconizado la Administración Obama.
El pasado 3 de diciembre, el secretario de Defensa, Ashton Carter, anunció la decisión del Ejecutivo estadounidense de abrir el acceso de las mujeres a cualquier empleo en las fuerzas armadas. Esa decisión abría las puertas a 220 empleos que hasta entonces se consideraban sólo aptos para hombres. Entre estos puestos se encuentran las unidades de combate de infantería y los grupos de élite para operaciones especiales.
“Si logran la calificación y cumplen las normas, las mujeres serán capaces de contribuir a nuestra misión en formas que ante no podían. Podrán conducir tanques y dirigir a los soldados de infantería en operaciones de combate”, declaró entonces el secretario de Defensa. El libre acceso de las mujeres a todos las unidades del ejército responde a una determinación del presidente Obama que no ha sido bien acogida por algunos jefes militares. El general Joseph Dunford, jefe del Estado Mayor Conjunto, se pronunció en público en contra de la política antidscriminatoria y defendió que algunes funciones sólo podían ser desempeñadas por hombres.
Significativamente, en el emotiva ceremonia de toma de posesión, la flamante comandante de los cadetes de West Point quiso agradecer el apoyo recibido precisamente de sus hombres, su padre y su marido, que la apoyaron en la carrera de obstáculos que ha tenido que superar hasta asumir el cargo. Hay que tener en cuenta que las mujeres no fueron
Diana Holland, una veterana de Iraq y Afganistán, será la primera comandante de cadetes
admitidas en West Point hasta 1976, es decir 174 años después de la fundación del centro. En la promoción del verano pasado se graduaron 1.270 aspirantes, de los que sólo 280 eran mujeres. El superintendente Caslen aprovechó la incorporación de Holland para recordar que dos exalumnas de la academia habían demostrado recientemente su excepcional capacidad. Se refería a Kristen Griest y Shaye Haver, dos oficiales que tras graduarse en West Point se convirtieron en las dos primeras mujeres que superaban las durísimas pruebas exigidas para poder incorporarse a la unidad de élite de los Rangers.
Diana Holland, de 47 años, es general de brigada. Se graduó en West Point en 1990. Incorporada al cuerpo de Ingenieros, fue destinada a Iraq en el 2004 y cuando regresó fue enviada al frente de Afganistán, donde ejerció el mando durante dos temporadas.
Bajo la presidencia de Barack Obama, el ejército estadounidense también ha adoptado resoluciones para eliminar discriminaciones de que han sido objeto el colectivo LGTB.