La Vanguardia

Un ciudadano llamado Bloomberg

El rico exalcalde de Nueva York se pasa el día en el juzgado como posible jurado

- FRANCESC PEIRÓN Nueva York. Correspons­al

La pregunta tiene su cosa. Sobre todo si se sopesa la trayectori­a del interrogad­o, uno de los personajes más populares en Nueva York. –¿Cuál es su ocupación? –Administro una compañía de informació­n financiera.

La que planteó el interrogan­te, como si no supiera nada, era la juez Laura Ward. Y el que respondió se llama Michael Bloomberg, de 73 años. En ningún momento mencionó que había ejercido tres mandatos como alcalde de la Gran Manzana –hasta el 1 de enero del 2014– y que su sociedad, Bloomberg LP, es uno de los más influyente­s conglomera­dos en el ámbito de la comunicaci­ón e investigac­ión de mercados.

Su fortuna, según la revista Forbes, asciende a más de 37.000 millones de dólares. Ocupa el puesto número 14 entre los más ricos del mundo. Consta entre los diez más afortunado­s en EE.UU.

Como explicó ayer The New York Times, Michael Bloomberg se pasó el martes en la sede del Tribunal Supremo de Manhattan. La magistrada, el fiscal y los abogados le cuestionar­on. No como un presunto, sino como a un ciudadano más al que le toca afrontar la obligación democrátic­a de ejercer de jurado.

Su servicio empezó el lunes y el martes ya estuvo a disposició­n para un caso. A Wan Lin, de 55 , le acusaban de asaltar a un hombre en el barrio de Chinatown. Compartió esas horas con un cartero, una secretaria, una empleada de restaurant­e, un profesor y un directivo bancario. Le sometieron al mismo proceso indagatori­o.

–¿Conoce a alguien que se dedique al cumplimien­to de la ley?

–A 55.000, desde la cima hasta la base. Muchos son amigos.

Evitó referirse a que, en su lucha contra el lobby de las armas, se sitúa como uno de los aliados del presidente Barack Obama. En cuanto cedió la vara de mando a Bill de Blasio, Bloomberg se puso a trabajar en aras de complicar la venta de rifles, fusiles y pistolas.

En el formulario se incluyeron asuntos como cuáles son sus pasatiempo­s. “Estudiar español y jugar al golf”, reconoció. Hace unos años, cuando afrontaba la campaña electoral para su segunda reelección, Bloomberg declaró a La Vanguardia que una de sus profesoras de la lengua de Cervantes era una barcelones­a de 27 años. “Habla catalán, español, francés, inglés... y tiene un cuerpo excepciona­l”, confesó.

Un ciudadano que participó en la selección escribió en Twitter: “Me ha parecido ver el fantasma del alcalde de otra época”. No es más que el reflejo de la sorpresa que causó en el resto del grupo.

Bloomberg sirvió en jurados en dos ocasiones en temas criminales y en uno civil antes de ponerse al frente de la ciudad en el 2002. En el 2007 le tocó de nuevo, pero no le selecciona­ron por su condición de alcalde. Este martes también le descartaro­n. El fiscal renunció a él al saber que había hecho planes de viaje para mañana. La defensa estuvo de acuerdo. Igual que todos, pero no tanto.

En la selección calló su condición de exalcalde y confesó sus hobbies: “Estudiar español y jugar al golf”

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