El Niño apenas deja 16 millones en Catalunya
Un primer premio muy repartido tapará unos cuantos agujeros en Barcelona, Badalona, Sant Vicenç de Castellet y sobre todo en Lleida
A la mayoría nunca le toca la lotería, pero a un hostelero de Roquetas de Mar, en Almería, al que ya le tocó el gordo, ahora le toca el Niño. El pasado día 22 este hombre de unos 50 años que quiere conservar el anonimato, que huye de las cámaras, casado y con dos hijos, ya se hizo con 800.000 euros. Y ayer ganó otros 400.000. Se trata de la anécdota más destacada del sorteo celebrado ayer. La segunda quizás sea la de Juan Sánchez Ariza, un pescador jubilado de Conil de la Frontera, en Cádiz, que ya llevaba tiempo apostando por la fecha de su nacimiento, y que vio como por fin le acompañaba la fortuna. Nació el 22 del 6 del 54, y le tocó el primer premio, el que repartió el 22.654. “Juego desde hace tiempo a ese número, pero hasta ahora no me había tocado nada”, aseguró.
El sorteo dejó en Catalunya 16 millones de euros, una discreta y difuminada lluvia de millones. Muchos de los décimos agraciados fueron vendidos en ventanilla, los premios estuvieron muy repartidos, supusieron una gran ayuda para tapar un montón de agujeros, ayudar a los hijos... Presumiblemente ninguno de los agraciados se comprará ninguno de esos yates que se ven en los anuncios televisivos de cupones. Porque el primer premio cayó en Badalona, Sant Vicenç de Castellet, Barcelona y Lleida, y también en poblaciones de Almería, Cádiz, Granada, Málaga, Guipúzcoa, Lugo, Castellón, Zaragoza, Alicante, Asturias, Bilbao, A Coruña, Tenerife, Madrid y Murcia. Y el segundo y el tercer premio, el 60.755 y el 95.395 pasaron de largo por estas latitudes y sólo se vendieron en el madrileño barrio de Chamberí y la localidad palentina de Guardo.
La administración catalana más premiada fue un establecimiento de Lleida, que repartió diez millones de euros. Esta administración del paseo de Ronda lleva abierta cuatro años y este es su primer gran premio. “Debe de estar muy repartido. Nuestra alegría muy grande”, afirmo Pepita Mir, propietaria de la administración Lo Xut. “No es un número que vendamos habitualmente. Nos lo adjudicó Loterías y es imposible saber quiénes son los premiados, pero muy probablemente se ha vendido décimo a décimo”. La ciudad de Lleida no era agraciada con el primer premio del sorteo del Niño desde 1996.
En Badalona, la administración de la calle Àngel Guimerà, en el barrio de Sant Crist, también se entrenaba en estas lides. Diez personas abonadas al 22.654 durante todo el año compraron los décimos. Manuela, una de las afortunadas, contó que estaba muy contenta, que la llamaron desde la propia administración mientras preparaba la comida del día de Reyes. La mujer agregó que aprovechará el dinero para viajar, ayudar a sus hijos y pasar “menos aprietos”. En Sant Vicenç de Castellet, la administración de la calle Castellet vendió por terminal un décimo del primer premio, dotado con 200.000 euros. “Vino un cliente y pidió un número terminado en 54, que al final fue el primer premio”. En Barcelona el primer premio lo vendió una administración de plaza Urquinaona con al menos dos series, unos cuatro millones de euros, que fueron a parar a un par de abonados que cada semana juegan al mismo número.
Un hostelero de Roquetas de Mar agraciado con el gordo vuelve a ganar el primer premio