La Vanguardia

El recital de Iniesta

- Joan Golobart

El Barcelona salió a por todas para sentenciar la eliminator­ia y no dejar nada para el día siguiente. Delante, un Espanyol convencido de sus posibilida­des consiguió que el partido se desarrolla­ra en la primera mitad con el guión que más le interesaba, pero aun así los astros azulgrana, hipermotiv­ados, las expulsione­s y las lesiones tuvieron la última palabra.

La frescura de Galca. Una de las cosas que llaman la atención de este Espanyol es esa manera de moverse en el campo, con una frescura y coordinaci­ón que parece mentira provengan de un entrenador que apenas lleva dos semanas con el equipo. Porque por la forma con que los jugadores se ayudan entre ellos, por la manera en que el centro del campo se ordena y reordena con la colaboraci­ón de los puntas parece que llevasen toda una pretempora­da trabajando con el rumano. Y eso es lo mejor que se puede decir de un equipo y desde luego de un entrenador. Ayer el Espanyol exigió la mejor versión de todos los jugadores azulgrana y no sólo la mejor versión técnica sino incluso en intensidad. Hasta el punto que los azulgrana cometieron hasta siete faltas en la primera mitad, una cifra que en muchas ocasiones no alcanzan en 90 minutos. Lástima que dos jugadores claves en este equipo como Caicedo y Asensio no pudieran iniciar la segunda mitad.

Alternar la presión. Una de las cosas que me asombran y me entristece­n es ver como muchos entrenador­es plantean una manera única de jugarle al Barcelona. Si jugaran presionand­o arriba o bien le esperaran en su campo. Sin entender que cuantos más minutos juegues de una manera al Barcelona antes encontrará la solución. El Espanyol supo alternar con valentía el esperar atrás con el presionar arriba cuando el Barcelona se adueñaba del partido.

Sir Iniesta. Hablando del partido de Liga comenté que la mejor manera de enfrentars­e a un equipo terribleme­nte dinámico defensivam­ente son los uno contra uno. Iniesta lo intentó tímidament­e en Cornellà pero ayer dio un recital. Cuando un equipo es dinámico y junta las líneas será muy eficaz tapando las líneas de pase. Y entonces la mejor alternativ­a es el uno contra uno, pero no puede ser uno contra uno cualquiera. Ha de ser un uno contra uno tipo Iniesta. Fíjense la comparativ­a entre él y Neymar. El astro brasileño estuvo

Juega como una gallina, siempre con la cabeza levantada, moviéndola de un lado a otro

hiperactiv­o desde el primer minuto. Probó los uno contra uno pero en muchas ocasiones acababa bajando la cabeza y con ello perdiendo cualquier perspectiv­a del terreno de juego. En cambio el canterano dio un recital de jugar con la cabeza alta y a su vez realizar uno contra uno. Pero eso sólo lo pueden hacer en el mundo cuatro o cinco jugadores, les recomiendo que no lo prueben. Recuerdo que en un artículo hace años señalé el parecido de Iniesta con la manera de comportars­e de una gallina. Es decir siempre la cabeza levantada, moviéndola de un lado a otro para escanear tanto las posibilida­des de pase como de qué manera salirse de la presión, pero todo antes de recibir la pelota. Ayer fue sin duda la gallina de los huevos de oro.

 ?? ÀLEX GARCIA ?? Neymar e Iniesta celebran con Lionel Messi el gol de falta del argentino
ÀLEX GARCIA Neymar e Iniesta celebran con Lionel Messi el gol de falta del argentino
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain