A la nieve con responsabilidad
La cantidad de disciplinas blancas ha segmentado la tipología de las lesiones
¿Quién no ha probado alguna vez el deporte blanco? El amplio abanico de modalidades que procura la nieve invita a ello. Y si el hecho de deslizarse sobre el elemento blanco es uno de los mejores atractivos que ofrece la naturaleza invernal en los valles de montaña, la segmentación del material de esquí lo hace todavía más asequible.
Las tipologías diversas que tiene el esquí comparten pista, ya sea el alpino en todas sus disciplinas, el esquí de montaña, el speed riding o las bicicletas de nieve, entre otras. De esta forma, las estaciones siguen adaptando sus instalaciones y pistas con total seguridad, para dar cabida a todos y cada uno de los aficionados.
La seguridad del material de esquí es máxima en todos los centros invernales. Y pese a que el deporte blanco no comporta mayores riesgos que otras actividades deportivas, la cantidad de disciplinas blancas es directamente proporcional al tipo de lesiones. El doctor Joan Torrens, responsable del servicio médico de la estación andorrana de Vallnord-Ordino Arcalís, explica que “cuatro o cinco de cada mil esquiadores pasan todos los días por la enfermería de una estación”. Y aunque el número de accidentes se mantiene estable, la segmentación de las lesiones mantiene en vilo a los facultativos.
En opinión de Torrens, la seguridad comienza con el uso de un casco cuyo peso se sitúe sobre los 300 gramos. Igualmente admite que llevar tortuga en la espalda aminora el impacto ante una caída. La fragmentación de las patologías es una realidad. “La clásica lesión de rodilla ya no es la más importante. La práctica de los nuevos deportes como el speed riding, las bicicletas de nieve o el esquí adaptado han hecho aumentar los traumatismos por impacto”, añade.
La velocidad media de un descenso puede pasar de 50 km/h, tal y como indican las nuevas aplicaciones para móvil. “Si a esta velocidad, se añade el uso de un esquí muy corto, tipo el skiboard, el rango de siniestralidad aumenta considerablemente”, comenta. “Este tipo de accidentes impactan en la tibia y el peroné, además de las extremidades superiores”.
Todo al contrario que sucede con la bota, por la morfología del pie de cada uno, la nueva gama de esquís de los alquileres ha propiciado que muchos aficionados viajen a la nieve sin las tablas. Pero no hay que obviar los complementos. “Las máscaras de nieve, como protección ocular, y los guantes de esquí, para no quemarse las manos en caso de caída, son también ineludibles”, concluye Torrens.
TRAUMATISMO POR IMPACTO Si la lesión de rodilla es propia del alpino, la de impacto aumenta con el skiboard o speed riding