Juan José Rodríguez
La OMC califica de “burla a los derechos” la actuación de la farmacéutica alemana
ORGANIZACIÓN MÉDICA COLEGIAL
La Organización Médica Colegial, cuya asamblea general preside Juan José Rodríguez Sendín, exige al Gobierno español y a la farmacéutica Grünenthal que compensen a los afectados por la contaminación por talidomida.
Muchos son los apoyos que durante estos años han recibido los afectados por la talidomida, aquellos bebés que nacieron sin brazos, sin piernas, o sin ambos, con las extremidades deformadas, debido a la ingesta por parte de sus madres de un medicamento de la farmacéutica alemana Grünenthal para reducir los vómitos propios del embarazo.
Ahora, la Organización Médica Colegial (OMC) ha instado sin tapujos al Estado español y a Grünenthal a compensar a las víctimas de esta tragedia. De manera unánime, la Asamblea General de la entidad presidida por Juan José Rodríguez Sendín deja claro que ni los cincuenta años transcurridos ni la sentencia del Tribunal Supremo que exime a la farmacéutica de compensar a los afectados por una cuestión de forma son óbice para “olvidar los efectos de la talidomida” y que “no se puede admitir que la farmacéutica trate de forma distinta a afectados españoles de otros europeos”.
Para los médicos, la negativa de la farmacéutica alemana a reconocer y reparar la tragedia causada por la talidomida a los afectados españoles es “una burla a los derechos humanos” e insta al Gobierno, a su vez, para que, con la mayor diligencia posible, “reabra de forma permanente el reconocimiento de los afectados y proceda a su compensación”, por entender que el plazo que dio en su día fue insuficiente.
Un documento duro en el que los médicos se posicionan claramente ante los afectados, una actuación que no deja de llamar la atención en un organismo habitualmente diplomático y moderado (aunque en esta legislatura sus informes a favor de la sanidad pública y de los enfermos de hepatitis han destacado por su posicionamiento crítico y sin fisuras). En la OMC justifican este informe por la “clara vulnera- ción de los valores y principios que defiende la profesión médica y por el mandato deontológico de apoyar a las víctimas de la talidomida”, que llevan más de cincuenta años esperando ser compensadas por los graves efectos y malformaciones sufridos por culpa del fármaco.
Los médicos muestran su solidaridad con unas víctimas (se calcula que hay actualmente unas 500) que llevan años reclamando indemnizaciones, pensiones y ayudas como las existentes en otros países europeos. La OMC considera que la situación de estas personas es un agravio comparativo, ya que España es el único país en el que los afectados no reciben apoyo alguno ni del Estado ni de la farmacéutica que comercializaba la talidomida.
En el citado documento se pone en evidencia la indefensión en que se encuentra el colectivo de afecta-
La OMC juzga que esta catástrofe no puede quedar sumida en el olvido y aboga por una “radical postura ética”
dos por la talidomida en España, tras años de sufrimiento y olvido, debido en parte a una “actitud negligente tanto de la administración como de la compañía farmacéutica alemana responsable”.
Los médicos resaltan que la utilización de la talidomida hace más de cincuenta años no ha constituido sólo un problema sanitario, sino también un problema ético, al considerar que lo ocurrido fue una tragedia, consecuencia de una gestión errónea e interesada de la farmacéutica, cuya negativa a reconocerlo y después a repararlo constituye, en la práctica, una “burla a los derechos humanos”. Para la OMC esta catástrofe no puede quedar sumida en el olvido y aboga por sensibilizar a la sociedad y activar una “radical postura ética” de las instituciones y gobiernos para que se resuelva esta “gran injusticia social”.
E insisten en que “no existe razón ni sentencia alguna que haga olvidar los efectos de la talidomida a todos los que aún los continúan padeciendo, ni se puede admitir que la empresa farmacéutica responsable trate de forma distinta a los afectados españoles en comparación con otros afectados europeos”.