Lluís Homar
Vilarasau, Homar, Fernández, Boixaderas y Machi encabezan la temporada barcelonesa
ACTOR
Lluís Homar protagoniza en el Teatre Nacional El professor Bernhardi, una obra de Arthur Schnitzler repleta de dilemas médicos y religiosos y una de las obras más destacadas de los próximos meses en la cartelera teatral.
La segunda mitad de la temporada teatral llega cargada a la cartelera barcelonesa. Cargada de propuestas que buscan directamente al gran público –y que tienen todos los números para encontrarlo– y de una buena ristra de delicatessen que provocan muchas ganas de abrir el envoltorio. Lluís Homar dará vida a los dilemas médicos y religiosos de El professor Bernhardi de Arthur Schnitzler en el TNC nuevamente a las órdenes de Xavier Albertí tras la emocionante Terra de ningú. Eduard Fernández protagonizará en el Romea Panorama des del pont de Arthur Miller a las órdenes del gran director francés Georges Lavaudant. Lluís Pasqual se enfrentará en el Lliure a su primer Eduardo de Filippo fusionando dos de sus comedias –será A teatro con Eduar- do– y con Ramon Madaula, Jordi Bosch y Mercè Sampietro en escena. Julio Manrique será el mítico Don Joan de Molière en el TNC a las órdenes de su amigo David Selvas... Y Laia Marull será en el Lliure una muy sufrida mujer moderna en La llista, de Jennifer Tremblay. Y la película Smoking room dará el salto al teatro, al Romea, con Abel Folk y Pau Roca como protagonistas. Y habrá musicales y no faltará un toque canalla con el cabaret The Hole –que vuelve al Coliseum con la Terremoto de Alcorcón al frente– o el erotismo de Cabaret maldito, con el que el Circo de los horrores cierra en el Port Vell su trilogía.
¡Actor, actor! (y actriz). Las estadísticas dicen sin ningún género de dudas que la mayoría de los espectadores se decantan por una obra por sus protagonistas y desde luego estos próximos meses en Barcelona lo van a tener fácil. Algunas de las estrellas más rutilantes del star system patrio hacen incluso doblete juntos. Es el caso de Emma Vilarasau y Jordi Boixaderas, que, signo del buen momento de la dramaturgia catalana, van a protagonizar dos obras de dos de los nuevos grandes talentos: Infàmia, una reflexión sobre el mundo del actor escrita y dirigida por Pere Riera, que se verá desde el 16 de enero en La Villarroel, y Victòria, de Pau Miró, un triángulo amoroso en medio de la lucha clandestina en la España franquista que se verá en el TNC en mayo y en el que el vértice que falta es nada menos que Pere Arquillué. Justamente una gran amiga de Arquillué, ese terremoto actoral llamado Carmen Machi, volverá a Barcelona, al Goya, el 19 de enero, con Juicio a una zorra, una revisión con humor y pasión de la
historia de Helena de Troya que, ideada y dirigida por Miguel del Arco, es simplemente obligatoria. Justamente al Goya, tras Machi, llegarán otros dos rostros que mueven masas: Joan Pera, que cambia de registro con el tacaño Avar de Molière, y Lolita, que regresa con su monólogo de La plaza del dia
mante tras el éxito del año pasado.
Teatro mediático. Aunque rostros conocidos en realidad va a haber más que nunca. Si hace años se acuñó el término libros mediáticos para los que escribían los rostros conocidos de la televisión, estos próximos meses es justo hablar de teatro mediático. No sólo van a volver Bertín Osborne y Arévalo en abril al Borràs con Por humor al ar
te –cada año llenan en Barcelona hagan lo que hagan–, sino que habrá espectáculos de Justo Molinero – Ahora me toca a mí, Tívoli–, Jorge Javier Vázquez – Iba en serio, Tívoli, en julio– o, literalmente en otra dimensión, Alejandro Jodo- rowsky, que llevará –también al Tívoli, que se ha especializado– su cabaret místico y psicomágico.
Alcaldes, reyes y reinas. Por supuesto, y por suerte, títulos de peso propio, clásicos de ayer y anteayer, no van a faltar en la cartelera. El Lliure acogerá en marzo la nueva versión de El alcalde de Zalamea de calderón dirigida por Helena Pimenta y protagonizada por Carmelo Gómez y Joaquín Notario. Y Pau Carrió reúne a Eduard farelo, Rosa renom, Pol López y Xicu Masó para atreverse con Hamlet tras el gran éxito el año pasado de su
Victòria d’Enric V. Y Sergi Belbel se atreve con la Maria Estuard de Schiller, una batalla de reinas en la que Sílvia Bel y Míriam Alamany son las protagonistas en liza. Por su parte, Mario Gas dirige a Tristán Ulloa y Gonzalo de Castro en In
vernadero, toda una reflexión sobre el poder del desaparecido Nobel Harold Pinter. Y hay expectación por Els cors purs, en la que Oriol Broggi adapta un relato corto de Joseph Kessel sobre la vida y la muerte protagonizado por Pablo Derqui (en el Romea).
Teatro para el mundo virtual. El teatro más actual llegará de la mano de obras como L’inframón, de Jennifer Haley, una reflexión sobre nuestra identidad moral cuando nuestras vidas sean virtuales protagonizada por Andreu Benito, Manel Barceló y Mar Ulldemolins. La convivencia entre terroristas y víctimas se verá en En veu baixa, de Owen McCafferty, dirigida por Ferran Madico. Y Alberto San Juan reflexionará sobre la monarquía española en El rey. En el Poliorama, Fernando Bernués adaptará con Lloll Bertran y Victòria Pagès el libro El florido pensil, la educación en la España de Franco: será Nenes.
Sota la ciutat, de Llàtzer Garcia, retratará una Barcelona actual de soñadores y derrotados. Todas esas obras se podrán ver en el Lliure, mientras que La Villarroel acogerá, además de Smoking room, La es-
tupidez, del argentino Rafael Spregelburd, con 24 personajes que intentan hacerse ricos en Las Vegas durante una noche y protagonizada por Fran Perea. Por su parte, el Club Capitol programa Amores minúsculos, la comedia romántica del año en Madrid para la que ya se está montando un casting catalán.
Musical: de Nueva York a 1714. La actual temporada ha sido pródiga en musicales y lo seguirá siendo. Si ya triunfó Molt soroll per no res ahora prueban suerte el nuevo montaje de Rent de Dani Anglès –jóvenes artistas bohemios en el East Village en tiempos del sida, que se verá en el Casino L’Aliança del Poble Nou desde finales de enero– y Fang i setge, el musical sobre la caída de Barcelona en 1714 ideado por Marc Rosich con música de Salvador Brotons y que se estrenó hace un año en el enorme teatro de la Passió de Olesa y ahora llega al teatro Victòria revisado y con decenas de intérpretes bajo la dirección de Marc Angelet. Además, al Tívoli llegará La Celia, un musical homenaje a Celia Gámez, y también, en un registro bien difernente, los trepidantes Carmina Burana de La Fura dels Baus.
Juicios y delicatessen. El Lliure va a permitir de nuevo ver a Toni Servillo – La grande bellezza– y su hermano Beppe, pero esta vez con un recital de canciones y poemas napolitanos, La parola canta., pero además, gracias a la caída de cartel del Relato de un náufrago que iba a protagonizar Emilio Gutiérrez Caba, han entrado en su sede de Gràcia un fantástico ramillete de mon- tajes: de Madrid llega la celebrada La piedra oscura, de Alberto Conejero y dirigida por Pablo Messiez, sobre el último amor de García Lorca, y de Alemania llega la maravillosa Hotel Paradiso, de la compañía Familie Flöz, teatro con máscaras y en silencio sencillamente desternillante. Y emocionante. Y Roger Bernat llevará su juicio a Hamlet con jueces y abogados reales: Please continue (Hamlet).
Y en Madrid. Miguel del Arco se enfrentará a Hamlet con Israel Elejalde como protagonista en el recuperado Teatro de la Comedia –sede de la Compañía Nacional de Teatro Clásico– mientras que Alfredo Sanzol dirige en el Teatro Abadía
La respiración, las alegrías y penas de una mujer separada, Nagore, en trance de recuperar su autoestima y de rehacer su vida. En la misma Abadía Concha Velasco se convertirá en Juana de Castilla en Reina
Juana dirigida por Gerardo Vera. Y Ramon Fontserè protagonizará la
Vida de Galileo de Bertolt Brecht dirigida por Ernesto Caballero en el centro Dramático Nacional. Allí mismo Aitana Sánchez-Gijón será
La rosa tatuada de Tennesse Williams dirigida por Carme Portaceli y se podrá ver teatro internacional de altura con el Cuento de invierno de Shakespeare dirigido por Declan Donnellan. Habrá más teatro internacional en los Teatros del Canal, donde Mijail Barishnikov dará vida al bailarín Nijinsky bajo la dirección del gran Robert Wilson en Letter to a man. En el mismo teatro Albert Boadella estrenará su primera ópera, el Don Carlo de Verdi.