“Está limpio como Suiza”
El senador de Forza Italia Antonio Razzi, un tránsfuga que ya salvó a Berlusconi, simpatiza con el régimen norcoreano y se ofrece de mediador
El senador Antonio Razzi, de Forza Italia, es un político muy peculiar, excelente material de sátira televisiva y símbolo casi caricaturesco de la casta, de unos padres de la patria que parecen más interesados en medrar que en otra cosa. Célebre por sus meteduras de pata y por haber salvado a Silvio Berlusconi en una moción de confianza, en diciembre del 2010 –aunque para ello hubo de cambiar de partido–, Razzi tiene en su currículum varias visitas a Corea del Norte y, dada su amistad con sus líderes, incluso se ofrece de mediador después de la última crisis por el ensayo nuclear.
A Razzi, de 67 años, extrabajador del ramo textil que emigró de joven a Suiza y se casó con una española, lo reciben con parabienes al norte del paralelo 38. Considera que los hombres del régimen “son buenas personas, simpáticos y amantes del deporte”. “Hacen experimentos nucleares pero no piensan en lanzar la bomba sobre otros países”, declaró el senador al diario La Stampa. Razzi dijo que vería pronto al embajador norcoreano y se mostró dispuesto a aportar su grano de arena en pos de la distensión en la frontera más explosiva de Asia. “Sí, sí, lo haría si fuera necesario –agregó el parlamentario–. Yo puedo evitar que usen la bomba. ¿Pero en el fondo qué hacen? Defienden a su pueblo; tienen razón. ¿Por qué hacía Francia sus experimentos nucleares en Nueva Guinea (sic)? Hay que dialogar con ellos y levantar el embargo”.
En una de sus últimas visitas a Pyongyang, Razzi confirmó sus positivas impresiones y la sensación de mejora en el país. “Hay semáforos y las calles son hermosas y muy limpias –declaró–. No se ve ni una colilla en el suelo. Parece la Suiza de Oriente”. A Razzi lo acompañó a Corea del Norte Matteo Salvini, el secretario general de la Liga Norte, quien también siente una debilidad por el presidente ruso, Vladimir Putin, como le sucede a Berlusconi.
Razzi, que representa a la región montañosa de los Abruzos en la Cámara Alta, protagonizó un especta- cular cambio de chaqueta en el 2010, cuando militaba en el grupo de centroizquierda Italia de los Valores (IdV), del exjuez Antonio Di Pietro. Para evitar que Berlusconi fuera descabalgado, él y otro diputado de IdV dejaron el partido y dieron su sí a la continuidad de il Cavaliere. Planeó la sospecha de soborno. Dos años después accedió al Senado con la ayuda de Berlusconi. Razzi admitió –en una conversación que no sabía que se estaba grabando– que su transfuguismo obedeció a su deseo de alargar aquella legislatura y poder cobrar la pensión vitalicia. Según el político, que usó un lenguaje muy soez y no se arrepintió de su conducta, cada parlamentario “piensa en sus cojones”, y “si pueden darte por el culo, te dan, sin ni siquiera vaselina”.