El cara a cara de la independencia
Partidarios de investir a Mas y detractores se manifiestan en Barcelona
Dos concentraciones para pedir la independencia: una con el lema “Mas deixa pas” y auspiciada por la CUP; y otra impulsada por la Assemblea Nacional Catalana (ANC) para clamar “Volem un acord” se celebraron ayer por la tarde en Barcelona. Partidarios de la decisión tomada por la CUP de no investir a Mas, y detractores de la misma, pasaron al espacio físico después de los reproches en las redes sociales de los últimos días. ¿El resultado? Unas 300 personas en la primera concentración y más de un millar en la segunda. Una cifra a todas luces exigua para las grandes concentraciones que en otro momento había logrado congregar la ANC. Al fi nal, algunos momentos de tensión, aunque nada que ver con los vividos de forma virtual.
La concentración de la ANC se celebró finalmente en la plaza de la Catedral después de que, poco antes de las dos y media de la tarde, la entidad decidiera abandonar el emplazamiento original: la plaza Sant Jaume. Oficialmente “por cuestiones logísticas”, pero la decisión buscó evitar tensiones cuando por la mañana, a través de las redes sociales, se convocó otra concentración en el mismo espacio bajo las etiquetas #MasDeixaPas, #MasEscolta y #FinsMaiMas. Etiquetas distintas a la suya (#VolemAcord), pero acompañadas de carteles con la misma tipografía que el acto de la ANC. Aunque finalmente el cambio de emplazamiento no evitó la tensión y algún enfrentamiento entre concentrados de uno y de otro lado, no se pasó de los insultos y de los empujones (muchos de los cuáles se acabaron llevando los periodistas). La primera tirantez tuvo lugar, de forma esporádica, entre participantes de una y de otra manifestación al encontrarse en la calle del Bisbe -que une las dos plazas- cuando todavía las dos concentraciones estaban en marcha.
El segundo momento de tensión tuvo lugar cuando un centenar de personas que participaban en la concentración para pedir la dimisión de Mas se trasladaron, al acabar esta, hasta la catedral. La ida en la calle del Bisbe, con la venida de los que habían participado en la concentración de la ANC, se convirtió en un intercambio de insultos y reproches que siguieron cuando los concentrados de uno y otro lado se encontraron en la misma plaza de la Catedral: dedos acusadores e insultos. Aunque poco más: por momentos, pareció que se llegara a competir en quien gritaba más fuerte la palabra independència.
“Si fuera por la CUP de Lleida y de Tarragona ya seríamos independientes”, aseguraba Gerard, hexagenario, en uno de los corrillos, que después de la concentración se formaba delante de la catedral y desde donde se lamentaba también el enfrentamiento que se vivía en el extremo de la plaza Nova. “Ya les hemos dado todo lo que piden. ¿No pueden aceptar a Mas?”, preguntaba otro de los participantes en la convocatoria de la ANC en la que se pidió “generosidad” tanto a Junts pel Sí como a la CUP y se aseguró estar “todavía a tiempo”. Una concentración con más de un centenar de estelades que tuvo como escenario las escaleras del templo. Y en donde, voluntarios alzaron a las 19.30 horas enormes letras para formar la palabra Independència.
Unos mismos voluntarios, ataviados con petos verdes que, desde antes de las 19 horas también estuvieron presentes en la plaza Sant Jaume por si hasta allí –como pasó– llegaban asistentes a la concentración de la ANC que no conocían el cambio de emplazamiento. La de Sant Jaume fue una concen-
La Assemblea Nacional Catalana apenas logró concentrar a un millar de personas en ante la catedral
tración con menos banderas y menos asistentes. Con algunos representantes de la CUP y con Ferran Estrada como principal reclamo: un hombre que armado con una trompeta y una barretina tocó Els segadors y El virolai para reclamar a los asistentes a esa concentración que aceptasen a Mas. “Una vez que ya tengamos la independencia ya veremos que país queremos”, aseguraba mientras otro hombre con uniforme y con los emblemas de Estat Català también se llevaba los flashes de algunas cámaras.
Y, en medio de todo, una decena de personas que todos los jueves por la tarde se concentran en silencio delante de la Generalitat para pedir la paz en el mundo (Artesans de la Pau) con sus correspondientes trípticos. También una legión de turistas que preguntaban a los periodistas qué pasaba en la plaza Sant Jaume: “¿Se espera a alguien importante?, era allí la pregunta. “¿Por qué se manifiestan?”, era la cuestión en la plaza de la Catedral en el acto de la ANC. “¿Y por qué se pelean?”, era la incógnita cuando partidarios de #MasDeixaPas y #VolemAcord se encontraban finalmente entre los puestos a medio desmontar de la Fira de Santa Llúcia que recordaban que la Navidad ya se ha acabado.