Catalunya quiere convertirse en destino turístico sanitario
Generalitat, Turisme de Barcelona y quince hospitales reforzarán su promoción internacional
El objetivo declarado es que Catalunya se convierta en la clínica Mayo del Mediterráneo, que personas de todo el mundo elijan estas tierras y sus centros de salud para descansar, recuperarse, curarse... El conseller de Empresa i Ocupació, Felip Puig; el presidente de Turisme de Barcelona, Joan Gaspart, y los representantes de una quincena de hospitales privados del país presentaron ayer la última herramienta de promoción internacional de la capital catalana, la marca Barcelona Medical Destination. “Tenemos un sistema sanitario público privado de primera división mundial. Ahora hacemos una apuesta por trabajar de una manera conjunta, por la colaboración y la co- rresponsabilidad entre lo público y lo privado en pro de la justicia social”, dijo Puig con mucha solemnidad.
“Después de vivir en Barcelona y en toda Catalunya un año realmente excepcional, lo primero que hacemos es firmar este convenio en pro del crecimiento turístico. Porque el tren turístico no está parado, ni se parará. Mucha gente se juega su vida económica con el turismo”, agregó luego Gaspart, también en un tono muy grave. Porque el sanitario es una de las pocas expresiones del turismo que aún tiene por estas latitudes un muy amplio margen de desarrollo y crecimiento. En verdad, si se hace bien, puede ser un gran negocio que beneficie a toda la sociedad. Este sector facturó el año pasado en toda España alrededor de 500 millones de euros, y aspira a doblar esta cifra en apenas un lustro. A pesar de todo ello, a la presentación de ayer no acudió ningún representante del gobierno municipal.
NO TODO ES BUEN TIEMPO Los expertos dicen que los tratamientos están a la altura de los de Londres y Munich
Hablamos de atraer hasta Barcelona y el resto de Catalunya a extranjeros que tienen un considerable poder adquisitivo o un buen seguro de salud, personas cuya principal motivación es encontrar el mejor tratamiento posible pero que a la hora de tomar su decisión también consideran la calidad de vida del lugar donde van a instalarse quizás durante varios meses. Aún se están dando los primeros pasos. En estos momentos, apenas 20.000 personas viajan cada año hasta Catalunya por motivos médicos. Lo dicho, el margen de crecimiento y desarrollo es muy amplio. La Agència Catalana de Turisme y Turisme de Barcelona quieren que su nueva herramienta promocional incremente esta cifra en breve
ALTO POTENCIAL Unas 20.000 personas viajaron el año pasado hasta estas latitudes por motivos médicos
en al menos un veinte por ciento.
Un turista convencional atraído principalmente por el sol, la playa y la arquitectura suele gastarse unos noventa euros al día, hotel aparte, mientras que quien viaja por razones sanitarias se gasta como poco entre tres y cuatro veces más.
Además, el conseller de Salut, Boi Ruiz, se acercó ayer a la presentación de Barcelona Medical Destination para dejar bien claro este extremo: la promoción de Catalunya como destino sanitario no alargará de ningún modo las listas de espera del sistema público. Este acuerdo de colaboración se suscribe únicamente con hospitales privados. Sin embargo, quiso subrayar el conseller de Salut, la inyección económica que traerán los nuevos pacientes supondrá sustanciales mejoras en los servicios concertados que ofrecen estos centros, así como un gran acicate para la investigación, la innovación y la atracción de talento. El resultado será, dijo Ruiz, beneficioso para toda la sociedad. Al menos debería serlo.
Catalunya tiene ya su propia tradición como clúster médico. Centros como la clínica oftalmológica Barraquer o el instituto para el tratamiento de lesiones medulares Guttmann suman décadas siendo en sus respectivos ámbitos auténticos referentes en toda España. Aun así, tal como explicó Eduard Gratacós, director del servicio BCNatal del ClínicSant Joan de Déu, Barcelona aún está lejos de las grandes mecas europeas del turismo sanitario, como podrían ser Londres o Munich. “La calidad de los tratamientos que se ofrecen en Barcelona es muy similar a los de estas ciudades. Estamos a su nivel. Las investigaciones que se desarrollan aquí no tienen nada que envidiar a las de allí. Nuestros especialistas también viajan y dan muchas conferencias, pero allí la tradición es mucho más larga”. Y ello no supone únicamente una organización más eficiente, unos canales más ágiles, también hablamos de una reputación mucho más enraizada. En este sector, el boca a boca es muy importante. Y un ingeniero de Arabia Saudí, si tiene un problema de salud, pensará primero en Londres y luego, mucho después, en Barcelona.
En todo caso, prosiguió Gratacós, la atención sanitaria moderna sólo puede concebirse desde un punto de vista integral. Aspectos como no tener miedo o senci- llamente estar a gusto también forman parte del proceso de recuperación. La calidad de vida, el entorno, el clima desempeñan cada día un papel mucho más importante, un papel que Barcelona tiene que explotar. Además, este sector no cesa de crecer. Cada año se incrementa el número de visitantes que vienen a Catalunya para disfrutar de los tratamientos que ofrecen la veintena de balnearios con aguas mineromedicinales. Los promotores de la marca Barcelona Medical Destination también destacan la importancia de la creciente oferta de los centros de wellness y de talasoterapia. En realidad, las bases ya están puestas, ahora hay que darlas a conocer.
De entrada, la nueva marca se gastará cerca de 200.000 euros en darse a conocer en las principales ferias y jornadas comerciales del sector, como el World Medical Tourism & Global Healthcare Congress de Washington, el Workshop Antor Mèdic, el Bienestar y Lujo de Moscú, el congreso Arab Health y la Inter-
national Medical Travel Exhibition and Conference de Dubái. Y es que los principales países de origen de los turistas sanitarios son los Estados Unidos, los del golfo Pérsico y Rusia. Catalunya también incluirá entre sus objetivos los países de América Latina y los del norte de África. El plan trazado prevé acciones para llamar la atención de los facilitadores, de las empresas a través de las cuales se contratan tratamientos médicos muy lejos de casa.