El filósofo y la peluquera
No es mi tipo Director y guionista: Lucas Belvaux Intérpretes: Émile Dequenne, Loïc Corbery, Sandra Nkake, Anne Coesens Producción: Francia-Bélgica, 2014. T.O.: Pas son genre. 111 m. Drama romántico
Immanuel Kant (1724-1804) utilizaba esta sentencia: “Líbrenos Dios de nuestros amigos, pues de nuestros enemigos ya nos cuidaremos nosotros”. El filósofo alemán está muy presente en esta peculiar combinación de drama y comedia de tono romántico sobre la relación entre dos seres contrapuestos, pero sumergidos en la más absoluta pasión. Él enseña filosofía en el instituto; ella ejerce de peluquera y también canta ocasionalmente con sus amigas en salas de fiestas abiertas al ligue pasajero. Se encuentran gracias al azar, como no podía ser de otra manera. Por imperativos de la burocracia oficial, el joven pensador es trasladado durante un año de su idolatrado París hasta la ciudad de Arras, donde ella, que es madre soltera, ejerce de peluquera y cultiva sus pasiones esporádicas.
Actor de considerable trayectoria, y asimismo director y guionista con una docena de títulos en su filmografía, el belga Lucas Belvaux (1961) se lanza a la aventura de recrear, con imágenes y diálogos casi siempre consistentes, el campo de batalla del amor. Cuenta para ello con una formidable pareja protagonista. Émile Dequenne tenía apenas 18 años cuando, en 1999, fue elegida por los hermanos Luc y Jean-Pierre Dardenne para encarnar a la antiheroína de su película Rosetta, potentísimo drama de corte social. Aquí encarna a Jennifer, la peluquera indomable. El protagonista masculino es interpretado por Loïc Corbery, miembro de la reverenciada Comédie Française.
El personaje de Corbery es el de un gran fingidor y alguien que jamás se atreve a tomar una decisión. Se refugia en Kant, Zola o Dostoievski para camuflar sus auténticos sentimientos. Loïc Corbery y Émile Dequenne forman un dueto de intérpretes ciertamente cautivador, que consigue eliminar la fatiga que podía suponer el encadenamiento de situaciones un tanto repetitivas. Lucas Belvaux ha descrito su relación en estos términos: “Se aman, pero no son capaces de hacerlo al mismo tiempo, con la misma intensidad y, sobre todo, no hay nada que puedan construir juntos”. Por eso uno de los personajes afirma: “No creo en la pareja: el amor no debe convertirse en ninguna cárcel”.