Una victoria ilusionante
Los azulgrana completaron su mejor primer tiempo de la temporada
La victoria ante el Khimki era fundamental a pesar de que sólo se han disputado dos partidos del Top 16. El Barcelona Lassa había perdido el primero y necesitaba el triunfo ayer para afrontar sin máximas necesidades dos partidos a domicilio muy complicados, ante CSKA y Real Madrid. El objetivo, pues, se consiguió y además con un marcador muy amplio (87-70), lo que es magnífico en un grupo tan difícil en el que los desempates finales pueden tener una importancia muy grande.
No se había visto esta temporada un Barça mejor que el del primer tiempo de ayer, con una buena defensa –su único lunar fueron los 8 rebotes ofensivos que concedió a los rusos en esos minutos– y un ataque muy fluido en el que participaron muchos jugadores, lo que siempre es síntoma de éxito. Perperoglou y Navarro acertaron los dos primeros triples y el equipo azulgrana se sintió muy a gusto en la pista desde el inicio. Con esa confianza, y una rotación perfecta de Xavi Pascual, los catalanes no tuvieron ni una fase de dudas ante un adversario que llegaba con un historial importante –dos victorias ante el R. Madrid en la fase anterior y debut con triunfo ante el CSKA en el Top 16–, pero que falló mucho más de lo previsto. Sobre todo en los triples (1/13 en los primeros 20 m). Sin esos puntos, el Khimki fue a remolque y aguantó mientras Rice, omnipresente, estuvo en plenitud física.
Pero el magnífico base, por el que se interesó mucho el técnico blaugrana el pasado verano, estuvo demasiado solo, empezando por Shved, excompañero de Ricky Rubio en Minnesota y jugador mejor pagado de la Euroliga (3,2 millones de euros), y siguiendo por Monia, que no mostró su excelente muñeca. Con poco juego interior pese al esfuerzo de Sokolov, los rusos fueron claramente inferiores también bajo los tableros porque Samuels y Lawal entraron muy bien en el partido, aportando puntos y rebotes. Gracias a ellos y a todo el colectivo, la diferencia catalana fue aumentando sin cesar en el segundo cuarto hasta alcanzar por primera vez los veinte puntos (49-29) coincidiendo con el descanso. Satoransky, que compartió muy bien la labor de base junto a Ribas, anotó en la última acción, pero el mejor de esa fase había sido Navarro (10 puntos). En esa situación, el reto era mantener una ventaja tan amplia, algo no siempre sencillo cuando quedan muchos minutos y delante hay un equipo como el Khimki, que la semana anterior había remontado 14 ante el CSKA en la segunda parte.
Y no fue sencillo para el Barça, que vivió algunos instantes de nervios coincidiendo con dos periodos de tres minutos sin anotar. El primero, al final del tercer cuarto, llevó del 65-46 a un inquietante 65-51 antes de que Ribas, siempre en el sitio correcto, recogiera en el aire un lanzamiento fallado por Navarro y anotara. Con el segundo se pasó del 76-55 al 76-64 a falta de 3m30s y balón para los rusos. Pero Lawal colocó un tapón a Rice y el Barça se recuperó para anotar 11 puntos que le permitieron lograr una victoria tan necesaria como importante.