Señores mayores
Pep Guardiola quiere probarse en la Premier ahora que se siente lleno de energía. Dijo en rueda de prensa: “Si tuviera cincuenta y cinco años o sesenta como mi predecesor, Jupp Heynckes, seguiría en el Bayern hasta que me dijeran que me vaya a casa, pero soy joven, tengo cuarenta y cuatro años y necesito nuevos retos”. Las palabras de Pep son una reflexión implícita sobre la vejez y la juventud, una dialéctica que los humanos arrastramos desde el fondo de los siglos.
El año 44 a.C, cuando Cicerón tenía sesenta y dos años, escribió De senectute, un elogio de la vejez que reivindica la ancianidad como período de plenitud personal intelectualmente fecundo. Según el pensamiento ciceroniano, en los banquillos de fútbol debería haber muchos entrenadores de edad provecta, pero la realidad es otra. Pocos técnicos superan los setenta años en activo, como hizo Alex Ferguson, retirado a los setenta y uno. O Helenio Herrera, que en 1979 fue fichado por J.L. Núñez cuando ya se había jubilado. La repesca no sirvió de mucho, pero el viejo mito cumplió los setenta trabajando para el Barça.
Bobby Robson llegó al Barcelona con sesenta y tres años. Parecía mayor y se le conoció popularmente como Avi Miquel por un anuncio de televisión de aquella época, en 1996. Aquel mismo año el Madrid contrató a Arsenio Iglesias, el artífice del Super Dépor. Hasta entonces sólo había dirigido equipos de los llamados ascensor y la gran tarea que hizo en Galicia suscitó el interés del Madrid. Sólo duró unos meses, pero lo cierto es que la oportunidad de fichar por un equipo de primerísimo nivel le llegó a los sesenta y seis años.
Guardiola se siente en una edad óp-
Los entrenadores de las primeras ligas tienen cuarenta o cincuenta años, mientras que en Inglaterra hay seis de más de sesenta
tima para dar guerra, es sólo medio año mayor que Zidane, que se enfrenta ahora a un reto mayúsculo. La mayoría de técnicos de las principales ligas rondan los cuarenta o, como mucho, se acercan a los cincuenta y cinco años. Ni en España ni en Francia ni en Alemania hay actualmente ningún entrenador que alcance los sesenta. En Inglaterra, en cambio, que es adonde quiere ir Guardiola, encontramos hasta seis catedráticos ilustres: Pellegrini (62), Van Gaal (64), Ranieri (64), Wenger (66), Advocaat (68) y Hiddink (69). O sea que Guardiola quizás debería esperar veinte años más para encontrar su lugar en la Premier.
A la vejez, viruelas. La trayectoria de Claudio Ranieri es espectacular; tras haber ido de la Ceca a la Meca, hoy lleva un equipo menor a un palmo de la gloria. Recuerda a Jupp Heynckes, que ganó un triplete de oro con el Bayern cuando nadie daba un duro por él ni por el equipo. Se jubiló entonces, en la cima de su carrera profesional a los sesenta y ocho años.