Los tiempos de Rajoy
El presidente anuncia “conversaciones discretas” con el resto de las formaciones
El presidente del Gobierno no hará un planteamiento concreto o una oferta a los demás partidos hasta que “llegue el debate de investidura”.
Rajoy sigue tomándose sus tiempos, y van para largo, tanto que no hará un planteamiento concreto o una oferta a los demás partidos, con su propuesta de gobierno, hasta que no “llegue el debate de investidura”. Sin embargo, tras las vacaciones de Navidad, y reincorporado totalmente a su trabajo en el palacio de la Moncloa, aunque sea de presidente en funciones, Mariano Rajoy se dedicará ahora a mantener “conversaciones discretas” con los líderes de los distintos partidos, “para ver cual es la disponibilidad de cada uno”, en qué aspectos hay coincidencias y en cuáles es imposible llegar a acuerdos.
Con estas conclusiones irá elaborando su propuesta de gobierno, y la presentará de forma detallada en el debate de investidura, sin esperar a recabar suficientes apoyos para que salga adelante.
Esas conversaciones discretas no se han producido todavía. Al menos eso dicen quienes deberían ser sus principales interlocutores, en especial el partido que se considera más cercano a sus planteamientos, Ciudadanos, cuyo líder, Albert Rivera, aseguró ayer que no ha vuelto a mantener conversaciones con Rajoy, “ni discretas ni indiscretas”, desde la reunión que mantuvieron en la Moncloa.
Y con Pedro Sánchez parece que tampoco. Por lo menos eso dejó entrever el mismo Mariano Rajoy, en declaraciones a la prensa, tras cumplir los trámites de acreditación como diputado en el Congreso. “Voy a hacerle mi planteamiento a todo el que me quiera escuchar”, dijo el presidente del PP, que se lamentó de que “hasta ahora no he podido hacerle ningún planteamiento a Pedro Sánchez, porque no ha querido escucharlo”. Tras su reunión en la Moncloa y más después del planteamiento de gobierno de coalición progresista, el presidente del Gobierno en funciones sabe que “su disposición a escucharle no es evidente”, pero lo intentará a ver si es posible “dialogar y contrastar pareceres”.
Las líneas generales de ese planteamiento que llevará a los demás partidos es lo que ya les anticipó en la ronda de conversaciones que mantuvo en la Moncloa, y que ayer reiteró: “Se podría formar un grupo de 250 diputados que podrían llevar adelante reformas y que transmitirían fuera y dentro de España un mensaje de tranquilidad, de estabilidad, de seguridad y de certidumbre”.
Justo lo contrario de lo que a su juicio supone la gran coalición “de izquierda y extrema izquierda” que planteó Pedro Sánchez en Lisboa tras entrevistarse con el primer ministro portugués, nombrado hace apenas dos meses –aunque había ganado las elecciones en Portugal el centro derecha–, gracias al apoyo de los comunistas. “Eso no es lo mejor para España”, dijo Rajoy, porque lo que necesita es “estabilidad, seguridad, certidumbre y consolidar la recuperación económica y también la creación de empleo”.
No obstante, Rajoy no desdeña el planteamiento de Sánchez de intentar esa gran coalición: “Capaz lo veo”, dijo. Y lo ve porque ya lo ha hecho en ayuntamientos y comunidades autónomas, donde ha favorecido gobiernos excluyendo, a su entender, al partido ganador de las elecciones, es decir al PP. Mariano Rajoy es consciente de que “los números lo permiten”, aunque sea mediante una coalición “de ocho o nueve partidos”, algunos “con planteamientos claramente independentistas, otros partidarios del derecho de autodeterminación, y eso no es lo que más le conviene a España”. “Todo con tal de que no gobierne el PP, a pesar de que haya sido la fuerza más votada en las urnas”, remachó.
Para el PP, el mandato de las urnas ha sido claro y le ha encomendado a Mariano Rajoy que intente formar un gobierno que tenga como principal objetivo la estabilidad y la confianza y que le permita acometer reformas que den seguridad a los españoles”.
Rajoy subraya que la alternativa de Sánchez necesitaría una coalición de ocho o nueve partidos