Orbán no apoyará sanciones contra Polonia por sus leyes restrictivas
El primer ministro húngaro, el conservador Viktor Orbán, expresó ayer su apoyo al Gobierno polaco en sus disputas con la Comisión Europea. “Hungría nunca apoyará sanciones de la UE contra Polonia”, anunció Orbán, agregando que “los polacos merecen más respeto”.
El Parlamento polaco ha aprobado recientemente unas polémicas reformas legislativas que afectan los medios de comunicación públicos y el Tribunal Constitucional, que han generado críticas tanto en el país como en el extranjero.
Orbán también aprobó leyes similares sobre la prensa y sobre el Constitucional tras su llegada al poder en el 2010, leyes fuertemente criticadas en la UE por considerar que limitan la democracia en el país centroeuropeo.
Reporteros Sin Fronteras pidió el miércoles a la Comisión Europea firmeza frente a la ley polaca porque suponen “un atentado flagrante al pluralismo y a la libertad de prensa”, y reclama sanciones si no se retira.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, confió en que no se le llegue a las sanciones. “Debemos tener unas francas y buenas relaciones con Polonia. Nuestro enfoque es muy constructivo, no estamos vapuleando a Polonia”, aseguró.
En los últimos años se han planteado varias veces sanciones comunitarias contra Hungría por sus polémicas iniciativas legales, pero el Gobierno de Orbán las ha ido suavizado y nunca se ha llegado a las sanciones.
El primer ministro húngaro también afirmó que la UE debería establecer una nueva “línea de defensa” en la frontera norte de Grecia, ya que el acuerdo con Turquía no será suficiente para evitar que el éxodo de refugiados llegue a Europa.
El dirigente ha ganado apoyo en su país por su dura postura hacia la migración. Su Gobierno ha erigido vallas en la frontera sur para mantener fuera al éxodo.
Las vallas inicialmente atrajeron las críticas de sus socios de la UE, pero algunos países, como Eslovenia y Austria, han erigido posteriormente también vallas. Otros han optado por imponer controles dentro del espacio sin fronteras Schengen para poder hacer frente al flujo de llegadas.
“Es bonito que (Turquía) haya prometido que habrá una línea defensora allí, pero necesitamos construir una por nuestra cuenta con nuestros propios recursos en la frontera norte de Grecia y detener, no ralentizar, sino detener la migración”, afirmó.
Según Orbán, Bulgaria, fronteriza con Grecia, debería ser incluido dentro de la zona Schengen, mientras que Macedonia debería recibir apoyo financiero para poder reforzar sus límites.