Dos ex primeros ministros, a segunda vuelta en República Centroafricana
Un ex primer ministro será el presidente de la nueva República Centroafricana. Habrá que esperar para saber cuál. Uno de los candidatos favoritos en las encuestas, Anicet Georges Dologuélé, y una sorpresa, Faustin Archange Touadéra, copan los dos primeros puestos en los resultados provisionales de las elecciones de República Centroafricana. Los comicios se celebraron el 30 de diciembre en una jornada electoral pacífica, pese a la guerra que azota al país desde hace dos años, y festiva: la participación fue del 79%. Como ninguno de los 30 candidatos consiguió más de la mitad de los votos, será en la segunda vuelta del 31 de enero, en la que se decida el presidente de la “reconstrucción” de uno de los países más pobres del mundo e inmerso en una espiral de violencia de tintes etnicorreligiosos.
Dologuélé, economista de 58 años y primer ministro entre los años 1999 y el 2001 en el gobierno del presidente Ange-Felix Patasse, lidera la lista más votada con un 23,8% de los votos.
Enfrente tendrá al doctor en matemáticas Touadera, también de 58 años, que sirvió como primer ministro del 2008 al 2013 en el ejecutivo de François Bozizé, quien fue depuesto por un golpe de Estado que desencadenó el actual conflicto.
Desde Bangui, Albert Caramés, técnico de Naciones Unidas y miembro del colectivo africanista Africaye, celebra el ambiente de calma de los últimos días en el país centroafricano, pero pide prudencia para la segunda vuelta. “Ahora empezará el baile de las coaliciones. Habrá que ver quién consigue las alianzas con el tercer y cuarto clasificado; ahí estará la clave”, apunta.
La distribución de los votos anuncia duras negociaciones y pactos. Désiré Kolinga, hijo de un antiguo presidente, y Martin Ziguélé, considerado el político favorito de Francia, consiguieron el 12,6% y el 10,82%, respectivamente. Incluso podría ser decisivo el apoyo de Jean-Serge Bokassa, hijo del dictador, Jean-Bédel Bokassa, quien llegó a autoproclamarse en 1976 emperador en una pomposa ceremonia que costó millones de dólares.
Para Caramés, que vive en el país desde el año 2013, el futuro de República Centroafricana no dependerá de un nombre, sino de una nueva política. “Actualmente el Estado acaba en el kilómetro 12 de Bangui. A partir de ahí no hay Estado. Si el nuevo ejecutivo no apuesta por una verdadera descentralización, no habrá nada que hacer”, señala.
Desde el inicio de la guerra, casi un millón de personas ha perdido su hogar y la mitad de la población (2,7 millones de personas) necesita asistencia humanitaria.