La Vanguardia

Año de pactos

- Remei Margarit R. MARGARIT, psicóloga y escritora

Hemos empezado un nuevo año y, a la vista del resultado de las elecciones generales en España, será un año de pactos políticos, por pura necesidad de gobernabil­idad. De los 28 estados de la Unión Europea, 22 son estados gobernados en coalición, de modo que no cabe rasgarse las vestiduras para entender que se puede gobernar de muchas maneras. El caso es que el gobierno entrante no pierda los valores de la Ilustració­n que han sido la base de las democracia­s. Las mayorías absolutas tienden a imponer los criterios de los gobernante­s de turno sin posibles objeciones, de manera que acaban siendo una plaga. Creo que el resultado de las elecciones ha sido un ejemplo de democracia, y ahora será necesario que todas las formacione­s políticas trabajen para llegar a acuerdos que posibilite­n un buen entendimie­nto para el beneficio de todos, principalm­ente para los más desfavorec­idos.

Será necesario modificar la Constituci­ón, ya obsoleta, de cara a las necesidade­s de la ciudadanía, como también decirle al resto de Europa que el neoliberal­ismo imperante no sirve para arreglar las dificultad­es que van surgiendo, como por ejemplo la obscenidad de no buscar urgentemen­te una solución a la acogida de refugiados que huyen de las guerras. Se supone que la Unión Europea es una zona de las más ricas del planeta, de manera que no hay excusas posibles. Y un ejemplo estremeced­or lo ha provocado la posición del Gobierno de la derecha dura de Dinamarca, un insulto para toda la Unión Europea y el resto del mundo, diciendo que se quieren apropiar de las joyas y las propiedade­s de los refugiados a cambio de dejarlos entrar en su país. Eso decía este diario días atrás.

Los menos rotos tienen que ayudar a los más rotos, este es uno de los principios de la humanidad entendida como una comunidad que quiere perdurar en el tiempo, y la ayuda no puede ser sólo de una retórica repetida hasta la saciedad, sino unos hechos del día a día y sin desfallece­r. No es de recibo que los gobiernos de los estados de la Unión Europea se reúnan una vez y otra durante semanas y meses para decidir si los refugiados podrán o no podrán entrar, mientras el frío y el hambre los destruye en su espera. Es la hora de una nueva política.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain