Bienvenidos al antropoceno
La Tierra entra en una nueva época geológica por el enorme impacto de la humanidad
El trabajo de un nutrido equipo de investigadores de una decena de países ha permitido encontrar evidencias empíricas en los depósitos de sedimentos que prueban que la Tierra ya ha entrado en una nueva época geológica, el antropoceno, en la que la actividad humana se ha convertido en el principal agente transformador del planeta. Uno de los hallazgos es revelador: en un estrato sedimentario analizado en el oeste de Groenlandia se han encontrado “combinaciones sin precedentes de plásticos, radionucleidos, metales, pesticidas y nitrógeno reactivo”. También se ha hallado aquí la huella “del incremento de concentraciones de gases de efecto invernadero”, destacan en un artículo publicado en Science.
Los múltiples impactos de la civilización actual sobre el planeta perdurarán en los sedimentos y las rocas incluso cuando hayan transcurrido millones de años. De la misma manera que ahora los geólogos pueden probar la existencia del holoceno, la última época geológica descrita, a partir del final de la gran glaciación, hace más de 11.000 años.
No hay unanimidad entre la veintena de investigadores que han participado en el novedoso estudio sobre cuándo situar con exactitud el inicio formal de la nueva era, que algunos fechan a partir de 1950, cuando los primeros ensayos de armas nucleares empezaron a esparcir por el planeta elementos radioactivos característicos. La base del cambio se sitúa con el arranque de la revolución industrial, pero se establece a mediados del siglo XX a partir de la denominada “gran aceleración” en el crecimiento de la población mundial y la industrialización a escala global.
La búsqueda acelerada de bienestar, con el uso masivo de energía, sobre todo combustibles fósiles, además de la utilización de minerales como el aluminio, son algunas de las claves de la nueva huella geológica. “Los seres humanos han cambiado el sistema de la Tierra lo suficiente como para producir una gama de señales en los sedimentos y el hielo, y éstas son suficientemente distintivas como para justificar el reconocimiento de una época en la escala de tiempo geológico, el antropoceno”, concluye la investigación. El inicio de la nueva era coincide también, a mediados del siglo XX, con la utilización generalizada de nuevos materiales como el cemento y los plásticos. Su difusión ha sido “rápida y global”, destaca el estudio, pionero.
La comunidad científica lleva debatiendo desde el arranque del siglo XXI sobre si se puede dar ya por acabado el holoceno para dar la bienvenida al antropoceno. A pesar de que existe un gran consenso al determinar que el impacto de las actividades humanas han
PRUEBAS Se ha encontrado en sedimentos el rastro de plásticos, metales, gases y pesticidas
SIN PRECEDENTES
La actividad humana se ha convertido en un agente de cambio del planeta
convertido por primera vez a la humanidad en el principal agente de transformación de la Tierra, sí hay discusión acerca de si ya existen suficientes pruebas en los sedimentos como para dar por inaugurada una nueva era. Se trata de un cambio de escenario geológico sin precedentes, pues nunca antes una etapa tan corta, de poco más de medio siglo, en la vida de la Tierra, había generado un impacto tan grande y se había identificado y analizado con tanta precocidad.
“No hay duda entre todos los expertos que lo estamos investigando de que el hombre ha pasado a ser un agente geológico de primer orden, está cambiando el registro geológico, estamos dejando una huella”, destaca la doctora Isabel Cacho, especialista en paleoclimatología y profesora de la facultad de Geología de la Universitat de Barcelona (UB). Hay quienes sostienen, no obstante, que aún es demasiado pronto y se debería esperar para definir la nueva era.
“Estamos en un contexto sin precedentes, hasta ahora todos los periodos geológicos definidos o ya habían acabado o llevaban miles de años, como el holoceno; estamos en medio del cambio y se nos plantea por primera vez en geología definir este cambio”, añade la doctora Cacho.
La clave está pues en cómo marcar las diferencias, a partir del análisis geológico, y determinar en qué momento preciso comienza este cambio de época. Las dificultades se multiplican al trabajar con un periodo de tiempo tan pequeño, especialmente si se tienen en cuenta las magnitudes utilizadas en geología, de miles y millones de años. Ahora se están estudiando unas pocas décadas.
Los registros estratigráficos analizados, las capas de rocas y sedimentos formadas en el subsuelo, terrestre o acuoso, en océanos, lagos o glaciares, para intentar delimitar el antropoceno tienen apenas un centímetro de grosor. Las dimensiones de los sedimentos del holoceno, el periodo más corto estudiado, van habitualmente de uno a tres metros, explica la doctora Cacho; de forma excepcional pueden alcanzar los treinta metros. Por lo tanto, como si se estuviera buscando una aguja en un pajar.
La tecnología, con equipos de al-
ta resolución, empiezan a hacerlo más factible. Este amplio equipo de trabajo, en el que hay un español, el profesor Alejandro Cearreta, de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU), ha localizado “firmas geoquímicas que incluyen niveles de hidrocarburos aromáticos y elevados residuos de plaguicidas”. También se ha hallado el rastro de la gasolina con plomo que se empezó a utilizar entre 1945 y 1950 o la huella del uso masivo de fertilizantes en la agricultura.
Se ha analizado también la magnitud de cambios provocados por distintas actividades humanas, como la erosión generada por la desforestación, la actividad agrícola, la desaparición de especies animales, la emisión de CO2, el incremento de la temperatura a escala global o el deshielo. Su impacto está siendo tan fuerte que han alterado suficientemente los sedimentos acumulados en poco más de seis décadas.
Se trata de un campo de estudio aún abierto y en evolución permanente. El camino por recorrer es largo. Para acreditar la existencia de la nueva era geológica, el análisis de sedimentos debería probar que el impacto de la actividad humana es global, y no sólo afecta a determinadas zonas del planeta.
La Comisión Internacional de Estratigrafía, el organismo competente en la descripción de los más de 4.000 millones de años de historia de la Tierra, es quien deberá decidir oficialmente si estamos o no en una nueva época. El asunto trasciende la geología. “Es una expresión del grado en el que la humanidad está impulsando cambios rápidos y generalizados en el sistema terrestre, que persistirá y se intensificará en el futuro”, advierten los investigadores.
IMPACTO A LARGO PLAZO El impacto será visible en los sedimentos y las rocas aunque pasen millones de años