Tras la edad de bronce
NANCY SANDARS (1914-2015)
Arqueóloga
La carrera de la arqueóloga Nancy Sandars se vio afectada por dos sucesos importantes: la enfermedad y la Segunda Guerra Mundial. En su caso, podríamos afirmar incluso que una cosa llevó a la otra: la tuberculosis que contrajo en edad temprana la llevó hasta sanatorios suizos como Die Klause, donde conoció a Carl Ebert, futuro director de la Ópera de Berlín, y aprendió música y alemán. Su conocimiento del idioma le permitió, a su vuelta a Inglaterra, el desciframiento de los mensajes en clave de la Luftwaffe, la aviación alemana.
Nancy Sandars era hija del teniente coronel Edward Carew Sandars y de Gertrude Annie Phipps, descendiente de James Ramsay, significado abolicionista del siglo XVIII que contribuyó a combatir la trata de esclavos. La madre murió tempranamente, en 1931; el padre, en 1944. Tuvo un hermano, Hugh Ramsey, fallecido prematuramente a los ocho años; y una hermana, Elizabeth Alys, que vivió hasta 1995.
La familia se estableció en el condado de Oxfordshire, en Little Tew. Allí, la pequeña Nancy Sandars recibió su primera educación. Más tarde acude a dos escuelas de Oxford y Wokingham. La tuberculosis que le afectó a edad temprana la llevó hasta Suiza y otros países del continente europeo como Italia, Francia o España, donde advirtió, en pleno año 1936, de la catástrofe inminente de la guerra civil. A la vuelta dispuso de dos tutores. Le gustaba contar que uno de ellos se negó a enseñarle griego.
Su primer contacto con la arqueología llegó a través de su hermana Elizabeth, que le presenta a la arqueóloga Kathleen Kenyon en la Universidad de Oxford; con ella marcha a excavar
en Shropshire. A continuación, ya en 1939, estaba previsto que se incorporara a una excavación en Normandía con el prestigioso Mortimer Wheeler, fundador del Instituto de Arqueología de la Universidad de Londres, pero al estallar la Segunda Guerra Mundial se unió a Kenyon para echar una mano en la salvaguarda de las piezas del mencionado Instituto.
Durante los años de la guerra se incorpora a los servicios de inteligencia británica para colaborar en la interceptación de mensajes del ejército alemán y servir de correo conduciendo una motocicleta. Al mismo tiempo colabora en un plan nacional para la conservación de las artes y la música que la lleva hasta Newcastle.
Una vez transcurrida la contienda, ingresa al fin en el Instituto de Arqueología de la Universidad de Londres, donde empieza un curso de prehistoria con Gordon Childe. Más tarde acude en Oxford a las clases de prehistoria de Europa de Christopher Hawkes. Su tesis, publicada en forma de libro en 1957, se centra en las culturas de la Edad del Bronce en Francia.
Durante la década de 1950 y 1960, Nancy Sandars viajó por Europa y Oriente Medio visitando excavaciones y estudiando las culturas que se asentaron en estos territorios, siempre en el contexto de las primeras civilizaciones. Al calor de estas experiencias escribirá libros tan exitosos como The Sea People: Warriors of the Ancient Mediterranean (Thames & Hudson, 1978; publicado en castellano por Oberon en el 2005 como Los Pueblos del Mar. Invasores del Mediterráneo). En él narra la peripecia por la cual los guerreros del norte lograron invadir los imperios egipcio e hitita.
Es conocida también su traducción al inglés del poema mesopotámico de Gilgamesh, que figura entre las versiones canónicas de R.C. Thompson (1930) y Andrew R. George (2003).
Murió el pasado 20 de noviembre a los 101 años en The Manor House, la casa familiar de Little Tew donde nació el 14 de junio de 1914.
En la guerra descifró mensajes de los nazis y después se dedicó a la arqueología y tradujo el poema de Gilgamesh