Inversión social
La entidad sin ánimo de lucro Intress atiende a 31.000 personas
Intress, el Instituto de Trabajo Social y de Servicios Sociales, acaba de inaugurar un nuevo servicio destinado a la infancia. Se trata del centro Ció Barjau, en Barcelona, dedicado a niños y adolescentes, en el que se ayuda a hacer los deberes, se merienda enseñando hábitos de vida saludables, se motiva a practicar deporte y se hacen actividades culturales.
El centro, abierto cuatro horas por la tarde, y cofinanciado con el Ayuntamiento de Barcelona, es uno de los nueve centros abiertos por Intress este año (siete de infancia y dos para personas mayores, en diversas zonas como Catalunya, Baleares y Aragón). En total, la entidad sin ánimo de lucro dispone de 126 centros, la mayoría gestionados por contrato público.
La entidad, con sede en Barcelona y oficinas en Madrid y Palma de Mallorca, gestiona e impulsa servicios sociales en las áreas de personas mayores, salud mental, infancia y familia, mujer y respuestas a la violencia. Intress se creó en Barcelona en el año 1984 para mejorar los servicios sociales a partir de la formación especializada de los profesionales, y en 1988 ya asumió la gestión de su primer servicio público. Hoy atiende a unas 31.000 personas en situación de vulnerabilidad y emplea a 1.150 personas.
“Crecemos porque aparecen nuevas necesidades sociales y nuevas oportunidades para ofrecer nuestros servicios”, explica Amparo Porcel, presidenta de Intress. “Estamos detectando necesidades emergentes, más numerosas y que en los próximos años deberán ser atendidas de forma aún más personalizada”, explica. La entidad ya trabaja en nuevos servicios sociales como programas para ofrecer habilidades básicas a madres jóvenes, atender el aumento de trastornos mentales en niños y jóvenes, o casos de violencia filioparental en familias adoptivas. “Nuestro modelo de trabajo está centrado en la persona y en la promoción de su autonomía, con la voluntad de contribuir a mantener y reinventar un sistema social justo y equitativo”, añade Porcel.
Intress cerró el ejercicio 2014 con una facturación de 34 millones de euros y en el 2015 se acercó a los 35,5 millones, debido, según el director general Javier Martínez, “a la apertura de nuevos centros”. Los beneficios se reinvierten en nuevos servicios que no tienen una financiación pública completa. “Son servicios que tienen una utilidad y un retorno para el bienestar de las familias, como el centro Ció Barjau, que permite a los niños con riesgo de exclusión social hacer actividades extraescolares”, indica Martínez. También emplea a un centenar de personas con alguna discapacidad a través de su centro especial de trabajo, en tareas de limpieza o gestión de correspondencia.
El instituto emplea a 1.150 personas, con una cifra de facturación cercana a los 35,5 millones