Mas se aparta y cede el paso a Puigdemont para evitar elecciones
El alcalde de Girona y líder de los municipios independentistas será elegido hoy president La CUP garantiza la estabilidad del Govern, y habrá dimisiones en su grupo
“Seré president o expresident”. Y será expresident. Artur Mas cede paso y Carles Puigdemont, alcalde de Girona, se convertirá esta tarde en el 130 presidente de la Generalitat en primera votación con los votos de Junts pel Sí y la CUP. El “hilo de esperanza” con el que el viernes por la tarde se cerró la negociación con la mediación de las entidades se convirtió ayer en un pacto in extremis de la coalición de CDC y ERC con la CUP para evitar la convocatoria automática de elecciones en marzo y resitúa el espacio político independentista.
Durante tres meses, Junts pel Sí ha blindado la candidatura de Mas a la reelección. Hasta que el viernes al mediodía empezaron a virar los parámetros de la negociación. La demanda de que el president en funciones cediera paso se había limitado hasta ese momento a la CUP y de forma esporádica en la última semana a ilustres republicanos. No obstante, era uno de los escenarios que Mas tenía en mente y la propuesta tomó cuerpo el mismo viernes. La determinación de Mas fue comunicada por la noche a ERC y el pacto cuajó cuando Mas tuvo en sus manos garantías suficientes de que la izquierda anticapitalista
NUEVO DESTINO Mas se pone ahora al frente de la refundación de CDC y no descarta volver a presentarse
EL MENSAJE “Lo que las urnas no nos dieron directamente lo corregimos con la negociación”
apuntalaría la estabilidad del futuro Govern.
El paso atrás de Mas va acompañado de un acuerdo parlamentario por el que la CUP se compromete a “no votar en ningún caso” con los grupos contrarios al proceso soberanista y a que dos de sus diputados se incorporen a la dinámica de Junts pel Sí de manera estable. Además, los cuperos asumen “errores en la beligerancia expresada hacia Junts pel Sí” y se compromete a “reconstruir” la “potencia discursiva de la etapa política que se inicia” con el acuerdo, incluyendo la defensa de “todos los agentes que lo hacen posible”. Pero además, la CUP sustituirá al menos a dos de sus diputados para visualizar un cambio y “asumir implícitamente la parte de autocrítica que le corresponde” tras tres meses de negociación.
Ayer, mientras Mas se reunía con Josep Rull, Jordi Turull y Lluís Corominas en el Palau de la Generalitat ultimando la digestión del acuerdo, Oriol Junqueras almorzaba con Raül Romeva en el restaurante Las Palmeras, en una gasolinera de Sant Vicenç dels Horts. El postre fue la ratificación del acuerdo. Puigdemont, alcalde convergente de Girona desde el 2011, presidente de la Associació de Municipis per a lndependència (AMI) y número 3 de Junts pel Sí por Girona, fue el nombre que Mas puso sobre la mesa para ocupar la presidencia. Puigdemont, que hasta ayer por la mañana desconocía la decisión del president, aceptó el reto a primera hora de la tarde en el Palau.
Mas deja la presidencia y se pone manos a la obra en el renacimiento de CDC, sin renunciar a volver a presentarse como candidato una vez agotado el plazo de 18 meses consensuado en la hoja de ruta de Junts pel Sí y, de paso, evita someter a su partido a una más que posible debacle electoral si se celebraran comicios en marzo. No obstante, la decisión no es inocua en las filas convergentes. El paso atrás de Mas fue criticado inicialmente en privado por pesos pesados de CDC y considerado de “estratégicamente erróneo” por el presidente de la Associació Catalana de Municipis, Miquel Buch. El alcalde de Tortosa rechazó de plano la propuesta: “¿Hay que hacer más el ridículo?”. Pero la ejecutiva de CDC no se presentó por la tarde como un funeral, sino como el convencimiento de que Mas encarnaba con su gesto de generosidad el “liderazgo político más potente de Catalunya”. La reunión se alargó hasta bien entrada la noche y supuso el paso del duelo por sorpresa por la renuncia de Mas al convencimiento de que el gesto permitía rearmar al partido con una estructura a la vasca. También sirvió para evitar recelos ya que Carles Puigdemont dejó claro que asume la presidencia de manera coyuntural y no tiene intención de ser candidato de futuro. La expresión más repetida en la reunión fue “sentimientos contradictorios”.
Tras cinco años al frente de la Generalitat, Mas aseguró en una comparecencia en el Palau de la Generalitat, arropado por su esposa, que la decisión tenía un
EL ACUERDO El pacto mantiene el horizonte de 18 meses de hoja de ruta y la declaración de ruptura
CAMBIOS EN LA CUP Baños no ha renunciado a su acta de diputado y ahora se pone a disposición del grupo
“componente doloroso” pero se declaró “tranquilo” y “convencido”. “Estoy haciendo bien porque estoy haciendo el bien”. Está por decidir si renuncia al acta de diputado, lo que supondría un nuevo vuelco a la causa que instruye el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya por la consulta del 9-N, pero se puso a disposición del Parlament y del nuevo Govern para ayudar en el proceso soberanista sin asumir “ningún cargo”. La renuncia, según Mas, “tiene más beneficios” para el país que la convocatoria de nuevas elecciones que ya tenían lista en el Palau de la Generalitat.
No obstante, Mas cede paso dando la imagen de que lo deja todo atado e incluso se atrevió a señalar que “lo que las urnas no nos dieron directamente se ha tenido que corregir con la negociación”. Él propone al candidato a la presidencia que la CUP votará, pero también quiso subrayar que los cuperos deben “reconocer errores públicamente” con renuncias en su grupo parlamentario. El resultado, según Mas, es “un horizonte de tranquilidad y estabilidad” y la “salvación del proceso”.
La ejecutiva de ERC y su líder agradecieron el gesto que “pasará a la historia” y recordaron la necesidad de ampliar la base del independentismo. Oriol Junqueras mantiene sus planes de ocupar la vicepresidencia del Govern aunque la presidencia de Puigdemont puede hacer variar la correlación de fuerzas prevista inicialmente. Puigdemont, Mas, Junqueras y Raül Romeva se reunirán en las próximas horas para ajustar los acuerdos previos a la decisión del líder de CDC.
El consejo nacional de CDC y el consejo político de la CUP validarán esta mañana el acuerdo. La diputada cupera Eulàlia Reguant dejó claro que no hay renuncia a la lucha contra los recortes ni el grupo parlamentario quedará mermado. Deben decidir los parlamentarios que participarán del enlace con Junts pel Sí y los que renuncian. Anna Gabriel estaba ayer en Bilbao, en la manifestación contra la dispersión de presos etarras, y Antonio Baños no ha hecho efectiva la renuncia a su acta de diputado y ahora está dispuesto a seguir.
El acuerdo también agita las estrategias de Mariano Rajoy y Pedro Sánchez. La Moncloa emitió un comunicado pidiendo un acuerdo de gobierno que garantice la estabilidad y la capacidad para “hacer frente al desafío independentista” y aumenta la presión sobre el PSOE.