‘Hat-trick’ de Messi antes de recoger el Balón de Oro
El Barça aparca la polémica del derbi y golea en la Liga
Primero era el Barça de Messi. Después le secundaron, como en el Balón de Oro del 2010, Iniesta y Xavi, que ha sido sustituido por Busquets, que en realidad siempre ha estado ahí. El año pasado era el Barcelona del tridente, con Neymar y Luis Suárez. En este curso se están prodigando más que nunca Rakitic y Sergi Roberto. Y ahora se unen Aleix Vidal y, sobre todo, Arda Turan. El club de jugones no para de ampliarse para que el Barcelona siga ganando. Los dos nuevos se sumaron a los de antes para golear al Granada, para que el Barça se desencalle tras tres empates en cuatro jornadas en la Liga. El séquito del rey Messi tiene presidente y consellers. Pero el gobierno en el Camp Nou sigue siendo de Leo, como sufrió un osado Granada.
Y eso que temía Luis Enrique que todo el ruido del derbi y de la Copa distrajese a sus hombres. Quizás para evitar un despiste o un nuevo relajamiento, el técnico agitó el once para que el equipo pasase página a la polémica y se encomendó a las ganas de ganarse su confianza de Sergi Roberto, Aleix Vidal, Rakitic y Arda Turan. El Barça se liberó mentalmente con una nueva columna vertebral. Porque los tres delanteros no rotan ni dan un paso al lado. Ellos siempre están a punto para el gol. Sobre todo Messi.
En parte, nadie se durmió porque el Granada no se lo permitió. El conjunto de Sandoval fue uno de los más valientes de la Liga al presentarse en el Camp Nou con tres centrales, que incluso se quedaban en muchas jugadas mano a mano con los tres cracks blaugrana, un riesgo que uno no querría ni para su peor enemigo.
El Barcelona vivía en las inmediaciones de Andrés Fernández. El balón no corría, volaba. De una banda a otra. Desde la defensa hacia la delantera. Desde el centro a las bandas. Desde los extremos al interior del área. Con muy pocos toques pero pasando por muchas botas. Tanto fútbol creó el Barça en la primera mitad que las bajas de dos pesos pesados como Iniesta y de Busquets ni siquiera se notaban. Mención aparte merece la actuación de Sergi Roberto como mediocentro. El de Reus estaba en todos los sitios, siempre dispuesto a cortar un pase. Recuperar y tocar. Rápido. Así de sencillo y difícil juega este Barça.
El encuentro sirvió para que Aleix y Arda empezasen a demostrar todo lo que pueden llegar a dar en su debut en la Liga. Sin las cuentas pendientes que todo lo oscurecen, ambos brillaron. Los dos nuevos chicos de la oficina intervinieron en el primer gol. Ya que el lateral de Puigpelat inició la jugada con una dejada de cabeza para Messi, pegado a la banda. El diez hizo su diagonal hasta la frontal pero viendo que no se quitaba de encima el marcaje de Doria abrió a la izquierda. Allí, en el balcón del área, Luis Suárez dejó pasar el balón por debajo de las piernas para la irrupción de Arda, que aguantó la pelota hasta que vio el movimiento de Messi y le coló el pase por un mar de piernas para que Leo definiese con un toque exquisito. El crack compartió el protagonismo con el turco.
El segundo gol también fue una jugada de tiralíneas, compás, escuadra y cartabón en una combinación brillante entre Sergi Roberto, que roba el balón, y el tridente. Neymar le dio el gol medio hecho a Suárez pero el uruguayo, quizás el único nueve que en esa posición no piensa sólo en chutar, vio con el rabillo del ojo a Messi y le cedió el tanto para que sólo tuviese que empujar a gol, sin oposición.
Fueron dos goles en un cuarto de hora pero pudo ser un marcador de escándalo al descanso. Hasta once veces se plantaron los blaugrana ante la portería en los primeros 45
minutos. Sólo la poca puntería de Neymar o sus ganas por marcar, la insistencia de Suárez por regalarle el tercero a Messi o los nervios de Arda de cara a gol impidieron la sentencia por la vía rápida.
Eso casi le cuesta un problema al Barça en la reanudación pero el Granada, con la delantera más joven de la Liga, no es el Deportivo y sólo se acercó con los lanzamientos de falta de Lombán. Sin embargo, Messi no estaba por la labor de permitir que volasen más puntos innecesarios. De rebote, después de un nuevo poste de Neymar, el argentino cazó su primer hat-trick de la temporada.
Faltaba media hora y el Camp Nou, con una antena puesta en lo que sucedía en la Generalitat, se dedicó a emitir sus veredictos. Coreó a Leo, gritó “independencia” con fuerza, dio su apoyo a Piqué –hasta con una pancarta– y a Dani Alves hasta que Neymar pescó el gol que tanto se le resistía.
El equipo ni perdonó como al Valencia, ni se relajó como ante el Depor, ni se perdió en rifirrafes como en Cornellà Aleix Vidal y Arda Turan debutaron en la Liga e intervinieron en la creación del primer tanto Tres goles de Messi coronan un juego cada vez más coral del Barcelona, con un gran Sergi Roberto