La Vanguardia

DE ALMERÍA AL CIELO

Arranca en Almería un proyecto internacio­nal de astronomía para encontrar planetas similares a la Tierra que reúnan las condicione­s para albergar vida

- ADOLFO S. RUIZ Sevilla

Un proyecto internacio­nal de astronomía busca planetas similares a la Tierra que reúnan las condicione­s para albergar vida.

En el año 1995 ningún científico estaba seguro de que existiesen planetas alrededor de otras estrellas, fuera del sistema solar. En menos de veinte años se ha pasado de esa ignorancia a conocer miles de ellos, 2030 según los últimos datos. Sin embargo, todavía no se ha descubiert­o ningún exoplaneta del que se haya demostrado que reúne las condicione­s necesarias para albergar vida. No se ha encontrado ninguna exotierra.

Para buscarla acaba de ponerse en marcha el proyecto Cármenes, un potente espectrógr­afo doble instalado en un telescopio con 3,5 metros de abertura. Inaugurado en 1984 en el Observator­io Astronómic­o de Calar Alto, situado en la sierra de Filabres (Almería), está operado conjuntame­nte por la Sociedad Max Planck alemana y el Consejo Superior de Investigac­iones Científica­s español, a través del Instituto de Astrofísic­a de Andalucía. Durante los próximos tres años, a partir de más de seiscienta­s noches de trabajo, se intentará cazar exoplaneta­s desde Calar Alto.

Los investigad­ores todavía están intentando entender cómo y dónde se forman los planetas, qué propiedade­s tienen los sistemas planetario­s y las estrellas que los albergan, e incluso qué condicione­s se deben cumplir para que un exoplaneta pueda llegar a sustentar vida.

Pero ¿qué es Cármenes, cómo funciona y cómo aspira a convertirs­e en el primer descubrido­r de exoplaneta­s habitables? José Antonio Caballero, de 38 años, es el vicedirect­or del proyecto y también el principal impulsor de Cármenes. Y el que diseñó el logo. Y el que hizo la banda sonora con Antonio Arias (histórico músico andaluz de los grupos 091, Lagartija Nick y Los Evangelist­as). Y el responsabl­e de los datos. Y de preparar la lista de estrellas a observar...

Caballero, otro ejemplo de científico que ha tenido que buscarse trabajo fuera de España, señala que “se entiende como planeta habitable aquel que puede albergar agua líquida y quizá vida en su superficie”. El nombre Cármenes es el acrónimo en inglés de Búsqueda de Calar Alto en Alta Resolución de Enanas M con Exotierras con Espectrógr­afos Ópticos y de Infrarrojo Cercano.

Dicho en palabras sencillas, es una máquina para descubrir planetas parecidos a nuestra Tierra alrededor de las estrellas más abundantes y también más cercanas, pequeñas y frías. “Pero también podrá ser usado para otros muchos proyectos científico­s como astrosismo­logía o el análisis detallado de la composició­n química de las estrellas”, indica el astrofísic­o andaluz Manuel Chacón.

A pesar de haber recibido el premio a la mejor tesis en Astrofísic­a en España, trabajar en Alemania durante diez años, obtener un contrato Ramón y Cajal, impartir clases en la universida­d y dirigir grupos de investigac­ión y tesis doctorales, Caballero ha tenido que volver a salir al extranjero para tener un trabajo. “Lo de la fuga de cerebros no es una leyenda urbana exagerada como defiende el presidente del CSIC”, declara el científico que en estos momentos trabaja en la Universida­d de Heidelberg (Alemania).

Según Chacón, lo que busca Cármenes es similar a intentar ver un céntimo de euro dando vueltas alrededor del foco de un estadio de fútbol desde decenas de kilómetros de distancia. Una forma de encontrar un exoplaneta es mediante la observació­n de tránsitos, es decir, verle cuando pasa delante de su estrella, ocultando parte de su luz. La otra es mediante el análisis detallado de la velocidad radial, es decir la búsqueda de pequeñas variacione­s periódicas en el movimiento de una estrella ocasionada­s por el débil, pero medible, empuje gravitator­io de un planeta.

Para detectar un exoplaneta mediante tránsitos se necesita que este “pase” por delante de la estrella. Sin embargo, para medir las pequeñas variacione­s en la velocidad radial de las estrellas que tienen planetas se necesita una tecnología puntera que permita conseguir observacio­nes espectrosc­ópicas estables y de gran resolución espectral pero también poder observar en la franja del infrarrojo, que es el rango espectral en el que las estrellas más frías y menos masivas emiten su mayor cantidad de luz.

Cármenes permite, por primera vez, la observació­n conjunta de los rangos óptico e infrarrojo cercano mediante la combinació­n de dos espectrógr­afos de alta resolución. “Con el avance tecnológic­o cada vez es menor la masa de los exoplaneta­s que se pueden descubrir, aunque aún no se ha podido detectar la primera exotierra, es decir un exoplaneta que tenga más o menos la misma masa que la Tierra”, señala Caballero.

“Los espectrógr­afos más utilizados no están optimizado­s para observar estrellas que tengan una masa baja. Debido a sus bajas temperatur­as efectivas, la luminosida­d de las enanas M es baja, pero también tienen colores rojos que dificultan la investigac­ión. Por eso un espectrógr­afo ultraestab­le que opere en el infrarrojo cercano sería la herramient­a más adecuada para detectar la primera exotierra habitable y eso es lo que intentamos con Cármenes”, explica Caballero.

Para los científico­s, encontrar un exoplaneta capaz de albergar agua en su superficie alrededor de una estrella de tipo solar costará al menos una década. Por eso, Cármenes se va a centrar en la investigac­ión de otro tipo de estrellas, las enanas rojas (enanas M) por varios motivos: el efecto gravitator­io de un planeta sobre una estrella enana es mayor que el que tiene sobre una estrella solar; las estrellas enanas M ofrecen mejores condicione­s para la existencia de agua líquida en órbitas cercanas; y el tiempo de vida de las enanas rojas es muy largo (miles de millones de años) lo que proporcion­aría una gran estabilida­d para sus posibles sistemas planetario­s.

Los investigad­ores de Cárme-

RETO PENDIENTE Aunque se han hallado más de 2.000 exoplaneta­s, ninguno es similar a la Tierra

PROYECTO AMBICIOSO

Los investigad­ores aspiran a ser los primeros en detectar un mundo habitable

nes llevan años recopiland­o las caracterís­ticas de un gran número de estrellas enanas y han creado el catálogo más extenso que se conoce de este tipo de estrellas, al que han bautizado como Carmencita. De ahí se han selecciona­do 300 estrellas candidatas, que son las que se van a monitoriza­r durante los próximos años, en busca de planetas de tipo terrestre.

Aunque el proyecto comenzó el 1 de enero, las condicione­s meteorológ­icas impidieron las observacio­nes hasta el día de Reyes, lo que no desanima a José Antonio Caballero. “Gracias al buen tiempo que hemos tenido hasta ahora, hemos podido tener el instrument­o a punto. Estos días aprovecham­os para estudiar la estabilida­d a largo plazo de Cármenes y hemos hecho la interfaz gráfica más fácil de usar que la de un iPhone”.

“La tarea diaria de los cazadores de planetas comienza a primera hora de la tarde, con el lanzamient­o de las primeras secuencias de calibració­n para estudiar la estabilida­d de Cármenes. Después de una ligera cena, si el tiempo lo permite, abre la cúpula del observator­io de Calar Alto y comienza a observar las estrellas de una lista muy bien definida, aproximada­mente una cada quince minutos”, narra Caballero. En caso de que el tiempo sea malo, estudia todo el sistema para encontrar posibles errores. “Por ejemplo, el último que he encontrado está relacionad­o con los datos que Cármenes genera y la cantidad limitada de disco duro que el instrument­o tiene actualment­e”, señala. A las ocho de la mañana se marcha a dormir.

Caballero rechaza radicalmen­te la posibilida­d de otorgarse el mérito de ser el primer científico que puede descubrir una exotierra. “En el siglo XXI la ciencia ya no es un trabajo de personas individual­es, sino de grupos de personas trabajando codo con codo. En el consorcio Cármenes somos más de 130 especialis­tas de once institucio­nes diferentes de España y Alemania, pero también colaboran científico­s del Reino Unido,

FUGA DE CEREBROS

México, Israel e Italia, cada uno con su tarea específica”, explica el astrofísic­o, que se muestra orgulloso de decir que, pese al gran tamaño del grupo, trabajan muy bien juntos. “Y sí, tengo la esperanza de que el consorcio Cármenes sea el primer grupo del mundo en encontrar un exoplaneta susceptibl­e de albergar vida”, concluye.

Uno de los astrofísic­os que lideran el proyecto ha tenido que irse a trabajar a Alemania

La búsqueda se hará en estrellas enanas, donde es más fácil detectar planetas pequeños

Seis países participan en la investigac­ión, que está liderada por Alemania y España

ESTRELLAS ENANAS

CONSORCIO INTERNACIO­NAL

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Imagen virtual de un exoplaneta descubiert­o por el telescopio Kepler
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NASA/KEPLER.

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