Más de cien días de interinidad
El Ejecutivo de Artur Mas ha gobernado en funciones desde el 27 de septiembre, con sus capacidades limitadas por ley
“Hay que tener la tranquilidad de que el país funciona, el Govern funciona y la Administración funciona”. Artur Mas se manifestaba en estos términos el pasado 28 de diciembre, en plena tormenta política por la negativa de la CUP a investirlo. Sin embargo, el bloqueo de la investidura ha tenido consecuencias más allá de la figura de la presidencia de la Generalitat. El Ejecutivo de Mas lleva en funciones desde el 27 de septiembre y esta situación se prolongaría al menos tres meses más si hoy no fuese investido un nuevo president autonómico que previsiblemente designará mañana un nuevo gobierno. En cualquier caso, se trata del periodo más largo de interinidad desde el retorno de Josep Tarradellas y su Generalitat provisional (del 5 de diciembre de 1977 al 28 de abril de 1980). Y como consecuencia de esa interinidad hay que añadir que el Govern de Mas tiene desde hace más de cien días sus funciones de gestión limitadas al despacho ordinario de los asuntos públicos y, según el artículo 27 de la ley de Presidència, debe abstenerse de adoptar cualquier medida que no se justifique por razones de urgencia debidamente acreditadas. El Govern no puede aprobar presupuestos ni presentar proyectos de ley en el Parlament, ni dictar decretos legislativos. Catalunya funciona desde el 1 de enero con presupuestos prorrogados.