Pecador y Papa
Mañana se presenta en Roma un libro-entrevista que profundiza en la espiritualidad de Francisco
En su revolucionario apostolado, Francisco insiste en el magisterio espiritual de la humildad y la misericordia y, con toda naturalidad, afirma que los sucesores de Pedro han sido y son también pecadores.
Jorge Mario Bergoglio, que cumplirá 80 años el próximo diciembre, parece tener prisa. Su frenético ritmo no decae. Se afana en llevar adelante las reformas en el Vaticano y en transformar la mentalidad en la curia y en las diócesis de todo el mundo. En homilías, discursos, encíclicas y entrevistas, Francisco insiste en un magisterio espiritual que pone la humildad y la misericordia en el centro del mensaje católico, unos conceptos que se aplica a sí mismo y a los papas que le precedieron. Con toda naturalidad, el Pontífice vuelvea afirmarquelossucesores de Pedro han sido y serán también, como este, pecadores.
Cuatro diarios italianos adelantaron ayer fragmentos del libroentrevista que se publica mañana martes, bajo el título de El nombre de Dios es Misericordia. La obra es fruto de las conversaciones del Papa argentino con el veterano vaticanista del rotativo turinés La Stampa , Andrea Tornielli, que ya conocía a Bergoglio desde su época de arzobispo de Buenos Aires. En julio pasado, pocos días después de regresar del viaje apostólico a Ecuador, Bolivia y Paraguay, Francisco y Tornielli se sentaron en la residencia de Santa Marta, donde vive el Papa, delante de varias grabadoras, y se pusieron manos a la obra.
Francisco explica en la larga entrevista que siempre ha sentido “una relación especial” con quienes están en la cárcel. Y lo expresa así: “Cada vez que cruzo la puerta de una cárcel para una celebración o una visita, me viene siempre este pensamiento: ¿por qué ellos y no yo? Sus caídas habrían podido ser las mías; no me siento mejor que quienes tengo delante”. Con la misma humildad, Bergoglio reconoce que “el Papa es un hombre que tiene necesidad de la misericordia de Dios”. “Puede escandalizar, pero yo me consuelo con Pedro –agrega–. Renegó de Jesús y, a pesar de eso, fue elegido. Francisco afirma haberse conmocionado con algunos textos de Pablo VI y de Juan Pablo I –Albino Luciani, de brevísimo pontificado– al admitir los límites de sus capacidades”. Volviendo a san Pedro, Francisco insiste en que, tras la decisión de Jesús de encargarle la dirección de la Iglesia, “no creo que deba maravillarnos si también sus sucesores se describen a sí mismos como pecadores”.
El libro de Tornielli, de 120 páginas y que aparecerá simultáneamente en 21 lenguas –incluidos el castellano (Planeta) y el catalán (Columna Edicions)– en 86 países, introduce anécdotas reveladoras de la vida de Francisco en Buenos Aires. Una de ellas, por ejemplo, es la de su encuentro casual con un confesor, Carlos Duarte Ibarra, en septiembre de 1953. De ahí nació la vocación sacerdotal de Bergoglio.
Pese a que la misericordia es el eje del libro-entrevista, Francisco pone énfasis en la gravedad añadida del pecado de la corrupción, de ese comportamiento que banaliza los pecados, que los admite como sistema. Ante esas conductas el Papa es especialmente severo.
El nombre de Dios es Misericordia será presentado en un acto en el que participará el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, y el cómico y ganador del Oscar Roberto Benigni. La elección del actor se debe a la impresión que causó al Papa un show televisivo suyo, en el 2014. Se trató de un largo monólogo en el que el protagonista de La vida es bella repasaba, de modo humorístico pero con gran hondura moral, los diez mandamientos.
‘El nombre de Dios es Misericordia’ será presentado, entre otros, por el cómico Roberto Benigni La obra aparece en 21 lenguas, también en catalán, con anécdotas de Bergoglio cuando vivía en Buenos Aires