El lobby de Girona y los presidents de Amer
Abrazos, palmadas en la espalda y una hiperrepresentación de Girona en los pasillos del Parlament: “Somos el lobby de Girona”, que también puede acabar reflejándose en el Govern. Carles Puigdemont presentó la renuncia a la alcaldía de Girona ayer por la mañana y lo hizo con pesar, pero asumió el papel de primer embajador de la ciudad. Será el 130.º presidente de la Generlitat, pero también es el cuarto con origen en la localidad de Amer, tal y como recordó Jordi Turull desde la tribuna. Tres abades del monasterio de Amer estuvieron al frente del gobierno de la Generalitat. A Carles Puigdemont le precedieron Francesc de Giginta, en el trienio 1566-68; Miquel d’Alentorn i de Salbà (1635-37) inmediatamente antes de Pau Claris y Andreu Pont d’Osseja (1647-49). El nuevo president también situó Girona como el origen de la lucha de clases a partir del Llibre del Sindicat de Remença del siglo XV, que explica cómo diez mil agricultores se reunieron en asamblea durante meses en diferentes parroquias de las diócesis de Catalunya... La Unesco lo ha reconocido como el primer precedente de la lucha de clases populares para abolir la servidumbre.