La CUP proclama ahora que el pacto no es “ni de vencedores ni vencidos”
Hasta cuatro diputados dimisionarios se sentaban ayer en la bancada del grupo parlamentario de la CUP: Antonio Baños, Josep Manel Busqueta, Julià de Jòdar y Ramon Usall. Los anticapitalistas han quedado tocados, ya no tanto por el acuerdo de investidura y de estabilidad parlamentaria firmado con Junts pel Sí, sino también por el desgaste que han supuesto tres meses de negociaciones farragosas. Sin embargo, los cuperos consideran que el acuerdo no es “ni de vencedores ni de vencidos”.
Baños anunció su dimisión como parlamentario el lunes pasado, pero está a la espera de una posible readmisión de la CUP. “Antonio se ha autonominado para salir de la casa de Gran Hermano, pero hay que ver qué dicen las telespectadoras”, ironizaba un cupero en los pasillos del Parlament. Como todavía no ha firmado la renuncia al acta de diputado, el cabeza de lista de la CUP ejerció su voto favorable a la investidura de Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat, pero queda a la espera de lo que la CUP acabe decidiendo.
Vive una situación extraña, la CUP. Sin embargo, en la sesión de investidura en el Parlament, la diputada Anna Gabriel, alineada con el sector más duro de la CUP, fue suave de cara a Puigdemont, pero no hacia Artur Mas. Así, mientras Gabriel agradeció el “buen tono” utilizado por el nuevo presidente durante su discurso, la cupera reprochó al líder de CDC que “parecía que ponía en cuestión los resultados del 27-S y que vendía” el acuerdo entre Junts pel Sí y la CUP “cono algo que tuviera que ver con poner precio a su cabeza”.
Dando otra vuelta de tuerca, los diputados cuperos decidieron dar ocho votos a favor y dos abstenciones a la investidura de Puigdemont, en contraposición a las ocho abstenciones y dos votos favorables que JxSí habría necesitado en una votación por mayoría simple. Gabriel lo justificó: “Queremos expresar así la necesaria y
sana diferencia que existe entre nosotros”.
Parca en palabras –ni siquiera utilizó el segundo turno de intervención–, pero directa en el contenido, Gabriel se dirigió directamente a Puigdemont: “Tienes la enorme responsabilidad de presidente de transición hacia una nueva república, tienes el reto de abrir el proceso todavía más y de ampliar la base social que tanto se necesita” para la independencia. No obstante, le exigió que el proceso avance “sin demoras innecesarias”, pues a su parecer no se debe dejar escapar la oportunidad de “avanzar hacia un nuevo camino, un país libre y soberano.”
La diputada de la CUP no desperdició la ocasión, sin embargo, para defender la propuesta de presidencia colegiada que ella misma anunció a principios de octubre del año pasado, ya que a su parecer el proceso “no puede pivotar en una figura ultrapresidencialista que podría llegar a confundir el proceso con su persona”.
Antes de la sesión de investidura, la CUP celebró en la sede central de Barcelona una nueva reunión del consejo político y del grupo de acción parlamentaria (GAP). En ella se aprobó la dimisión de Josep Manel Busqueta y el veterano escritor Julià de Jòdar, en virtud del acuerdo con Junts pel Sí. Los dos, según fuentes de la CUP, habían expresado informalmente su intención de dejar el grupo en otras ocasiones. Serán sustituidos por Mireia Vehí y Joan Garriga.
Mucho más duro que Gabriel fue el diputado de la CUP Benet Salellas al acabar la reunión. Satisfecho por la renuncia de Mas, lo calificó como “la piedra que no dejaba avanzar al país” hacia la independencia, y tiró una dura proclama: “Hemos enviado tanto a Mas como a los consellers Irene Rigau, Boi Ruiz y Felip Puig a la papelera de la historia”.
Finalmente, Salellas advirtió a Junts pel Sí que “la CUP tendrá la mano tendida para la construcción de la república, pero el puño cerrado con los recortes”, parafraseando una intervención parlamentaria del exdiputado cupero, David Fernàndez.
BUENAS PALABRAS Gabriel agradece a Puigdemont el “buen tono”, pero no quiere “demoras” en el proceso
DURA PROCLAMA
Salellas asegura que la CUP “ha enviado a la papelera de la historia” a Artur Mas