“Cuanto más descubres de Mozart, más difícil es”
Mitsuko Uchida, pianista, dirige a la Mahler Chamber en el Palau de la Música
Aparte de ser una de las grandes intérpretes de Mozart de nuestro tiempo, Mitsuko Uchida es, junto a Maria João Pires y Martha Argerich, una de esas raras pianista de sensibilidad estratosférica. La artista británica, vienesa de adopción y nacida en Japón (en 1948), ha sido elegida –¿quién eligió a quién?– por los músicos de la Mahler Chamber Orchestra para un proyecto de alta intensidad: un monográfico dedicado a Mozart que ella dirige desde el teclado. En el atril, los conciertos para piano núm. 19 y núm. 20, más la Sinfonía Salzburgo para orquesta de cuerda. Hoy recalan en el ciclo Palau 100 (20.30 h) antes de seguir camino a Luxemburgo, Salzburgo, Frankfurt o, más adelante, Japón.
Comenta la viola de la Mahler Chamber, Anna Puig, que en Mozart usted le ha abierto los ojos a la sensibilidad por delante del academicismo. La música de Mozart es como toda la gran música, complicada y difícil. Y la relación que estableces con la gran música está en constante cambio. Cuanto más larga es esta relación, más difícil deviene. Yo me limito a estar abierta de oídos. El acceso a Mozart es a través de sus óperas sus conciertos de piano, sin duda sus obras más completas. Y cuanto más las escuchas y estudias, más tiendes a entenderlas, pero cuanto más descubres, más difícil es, así que nunca ganas, ja ja, aunque sí se da un win-win , porque la música es inexplicablemente bella.
¿Por qué la Mahler Chamber? Yo puedo escoger cualquier orquesta, pero me enamoré de ellos por su flexibilidad, su tipo de compromiso y de musicalidad. Es una orquesta muy especial. Mire, hay varios tipos de orquesta, la de Cleveland, por ejemplo, es de un sonido claro e increíble, pero los músicos de la Mahler Chamber ponen su espíritu, con ellos cada minuto, cada segundo es unaaventura.Me están dando la posibilidad de descubrir nuevos aspectos de Mozart, un compositor que yo no he interpretado últimamente en Europa, pues he estado concentrada en las Variaciones Diabelli de Beethoven (las he tocado 40 o 50 veces). Ha llegado el momento de volver a Mozart aquí y ellos tocan de manera hermosa.
Dice usted que su aproximación a Mozart es simple. ¿Es su forma de decir que no es nada intelectual, o que busca la pureza? No es simple, pero digamos que sé lo que no es: no es, por ejemplo, un fraseo determinado, como afirman categóricamente algunos académicos. No hay una regla, y eso lo sabemos ahora. Sé lo que no sé, de manera que intento ir a la verdad. Cada día es un intento de aproximarme a lo que Mozart podría ser.
¿Por qué esos dos conciertos? Entre el núm. 19, en Fa mayor, KV 459, y el núm. 20 en Re menor KV 466 transcurren apenas dos meses. Acaba 1784 con el primero y en febrero de 1785, Mozart se halla escribiendo con una repentina inspiración, una renovada imaginación. Y lo estrena en Salzburgo, durante la última visita que le hace su padre, Leopoldo. Este describe como Wolgang está muy ocupado corrigiendo la partitura mientras vienen a llevársele el piano para el concierto...
Dicen los músicos que es empática y entusiasta. ¿Qué disertaciones les hace sobre Mozart? No son estudiantes, son grandes músicos, me limito a dirigirles. Y bueno, les cuento algunas historias. Por ejemplo, es bueno saber que el núm. 20 es de las pocas piezas de Mozart escritas en tono menor, y que está en la clave de Don Giovanni . La voz principal la lleva el contrabajo, y viene del subsuelo...
¿Cómo lleva lo de salir de gira? No me gusta. No concibo viajar y tocar el mismo día, lo cual es caro. Pero dar un concierto es algo muy serio, has de poder concentrarte.
Tampoco graba más de un disco al año: en el 2016 culmina con Decca los conciertos de Mozart en directo con la de Cleveland. Un disco al año está bien. Y este grabaré dos, así que en el 2017 no toca. Me ha mantenido tocando Mozart en EE.UU. mientras que en Europa, desde la muerte de Collin Davis, me he limitado a esa agradable experiencia con Simon Rattle, a la que regresaremos este marzo, en Baden Baden. Pero la Mahler Chamber es una oportunidad. Por cierto, parece que pasan cosas en Barcelona: ellos vuelven con Writen on skin.
Sí, el 16 de marzo en el Liceu. ¿Un solo día?
Es ópera contemporánea... En todas partes es difícil de vender, pero que la gente no se equivoque, es una pieza extraordinaria.
LA ORQUESTA “Con los músicos de la Mahler Chamber cada minuto es una aventura, ponen todo su espíritu”
EL DESCANSO NECESARIO
“No me gusta ir de gira; dar un concierto es algo serio, has de poder concentrarte”