La hora de los ‘otros’ mecánicos
El fisioterapeuta barcelonés Miquel Àngel Domínguez ‘arregla’ los músculos de todo el equipo Peugeot
Al otro lado del hilo telefónico, con el Atlántico de por medio, responde algo agobiado a la llamada Miquel Àngel Domínguez desde Salta (Argentina). A la sombra de Los Andes, el trabajo se le acumula en la camilla de masajes a este fisioterapeuta barcelonés de 45 años, con más de 25 de experiencia. No es para menos su sofoco: es jornada de descanso del Dakar, lo que significa el día de más curro... Allí fuera esperan los 94 integrantes del equipo Peugeot rotos, descompuestos, no sólo los ocho pilotos y copilotos, también los mecánicos y empleados de logística. Pero es que, además, a la firma francesa no le gusta demasiado que Miquel Àngel se distraiga de sus obligaciones ni para atender una llamada conocida.
Pero él hoy es el protagonista anónimo del día, el ganador de la etapa de descanso, en el ecuador del rally, después de la que la cravana haya recorrido 4.970 km en siete días de barro y polvo.
“Hoy me ha tocado repasarles a fondo todo el cuerpo... Con las palizas que se dan, están destrozados”, explica Miquel Àngel, que tiene que emplearse durante una jornada interminable, ya que los navegantes del desierto exigen sesiones de una hora de recuperación muscular. Después de una semana de competición y más de 40 horas de coche acumuladas no les queda ni una parte del cuerpo que no pida a gritos un masaje terapéutico. “Cervicales y espalda es lo que más sufren los pilotos de coches, llegan con unas sobrecargas bestiales”, explica el barcelonés, uno de los mecánicos musculares más conocidos en el mundillo del motor, ya que fue el fisio de cabecera de Pedro de la Rosa en la F-1 durante 14 años, y anteriormente trabajó para Sete Gibernau, Carlos Checa, Colin McRae, Richard Burns y una larga lista de pilotos de las dos y las cuatro ruedas. Mucho antes, en sus inicios, trabajó en el fitness , el tenis y el fútbol profesional.
Miquel Àngel, en su noveno Dakar en funciones de fisioterapeuta, trabaja por segundo año para el equipo francés, al que llegó recomendado por Lucas Cruz, el copiloto de Ripollet de Carlos Sainz. Anteriormente, Miquel Àngel había sido el fisio de Laia Sanz y Marc Guasch, del príncipe qatarí Nasser Al Attiyah, la pareja Sainz-Cruz y el equipo privado de moteros que formaban Claudi Torras, Miquel Pujal y Carles Iscla, sus primeros clientes en el Dakar, allá por el año 2004.
Todos ellos dan fe de la manos milagrosas de Miquel Àngel y su trabajo infatigable, con su instrumental a cuestas: la camilla, su Indiba, una máquina de regeneración celular, su crema fisioterapéutica Madform, de sello propio... y las manos.
El Rally Dakar se retoma hoy con la 8.ª etapa (Salta-Belén), en la que siguen en pie 271 de los 354 equipos que tomaron la salida; han abandonado un 23% de los competidores.
COMPETIDORES REVENTADOS “Cervicales y espalda es lo que más sufren los pilotos de coches, que llegan con sobrecargas bestiales”